Robert Lewandowski sumó otros dos goles a su cuenta e Íñigo Martínez se mostró indiscutible... Pero la imagen fue, por fin, la sonrisa de Frenkie de Jong.
BARCELONA -- Frenkie de Jong, cinco meses después de su lesión en el Bernabéu, reapareció, por fin, con el Barcelona. Recibido con una ovación inesperada y sorprendente, su sonrisa fue la mejor noticia de una noche que no pasará a la historia de la UEFA Champions League por cuanto el Barça pasó por encima de un Young Boys que si sobresalió por algo fue por el ánimo de los casi 2.500 aficionados suizos que le acompañaron en la grada de Montjuïc.
Los restantes 43,000 aficionados presentes en el partido aplaudieron sin guardarse nada a los suyos. Animaron a Iñaki Peña en la que pudo ser su última titularidad como local, ovacionaron a Robert Lewandowski y a Pedri, se rindieron ante Iñigo Martínez y se entregaron a Marc Casadó... Pero guardaron sus mejores aplausos para De Jong, cuya presencia en el partido fue poco menos que testimonial pero se aventura una primera etapa de su regreso.
"La verdad es que no me lo esperaba. Y me siento realmente bien por volver", dijo De Jong, en declaraciones reproducidas por a agencia EFE, sobre la acogida que tuvo del público que llenó el martes el Estadio Olímpico Lluís Companys.
De Jong agregó haberlo "pasado mal", porque había estado lesionado y tuvo que lidiar con un proceso duro de recuperación. Destacó además que mientras estuvo fuera, vio a un plantel con energía y dinamismo.
Sin Gavi y esperando a Dani Olmo la presencia del neerlandés se aventura casi imprescindible en los partidos inmediatos. Más allá del choque en Vitoria frente al Alavés y pensando en el doble duelo, enorme y consecutivo, frente a Bayern Munich y Real Madrid. De Clásico a Clásico, de abril a finales de octubre, la recuperación del 21 debe ser la mejor noticia de este Barcelona que recuperó la sonrisa en Europa.
ANSU, EN DUDA
Diez minutos antes la ovación fue para Ansu Fati, primer cambio de la noche y futbolista que con el 10 a la espalda mantiene el cariño innegociable de una hinchada entregada a la nostalgia de lo que fue y no se sabe si volverá a ser.
Hansi Flick le dio minutos como interior, volante de enganche para que combinase, entre la banda y el centro del ataque... Y Ansu mostró tanto compromiso y ganas como falta de minutos y de explosividad. Coreado su nombre en la que fue su primera actuación en casa tras la cesión al Brighton & Hove Albion, el joven delantero quiso ganar el tiempo perdido, acaso sin tener en cuenta que si algo necesita es tiempo para reencontrarse. Y una confianza que, hoy por hoy, no se sabe si recibirá de Flick.