MADRID -- El Balón de Oro ha ido a parar a las manos de Cristiano Ronaldo por quinta ocasión tras los conquistados en 2008, 2013, 2014, y 2016, igualando así a Lionel Messi como máximo ganador.
Hace una década que entre ellos dos se reparten el ‘reinado’ como mejor jugador del mundo y en esta edición 2017 no ha habido atisbo de duda. Desde el momento en que Cristiano Ronaldo se proclamó campeón de la Liga Española y Champions League con el Real Madrid en la campaña 2016-17, se preveía que arrasaría con los premios individuales para cerrar el año.
Cristiano debe el premio a seis meses de ensueño en la segunda mitad de la campaña pasada y a un idilio que parece no tener fin con la Champions League, su competición favorita.
Con 42 goles en 46 partidos disputados en la campaña, tuvo un papel preponderante en la conquista del título de Champions League proclamándose máximo goleador del torneo por quinta ocasión con 12 tantos, diez de ellos en fase de eliminación directa.
Con dos tripletes, ante Bayern Munich y Atlético de Madrid, Ronaldo llegó a siete hat-tricks en la competición, igualando la marca del argentino Lionel Messi.
Su campaña europea estuvo marcada por haber trascendido la barrera de los 100 goles en la competición europea. Cristiano, con 114 tantos europeos hasta el momento, se mantiene como el único jugador en haberlo logrado.
Pero desde entonces, el portugués se ha visto envuelto en una dificultad tras otra que lo han dejado con poco que celebrar en el plano deportivo.
Su temporada empezó a torcerse incluso antes de que el jugador viera el final de su campaña, cuando en plena concentración con la selección portuguesa que disputó la Copa Confederaciones, Cristiano Ronaldo se vio envuelto en un escándalo que lo llevó a los tribunales.
Cristiano Ronaldo fue acusado por la fiscalía española de defraudar al fisco con hasta 14.7 millones, y continúa bajo investigación. Cristiano, quien ha insistido en su “inocencia”, habría amenazado con marcharse de España de acuerdo con la prensa española. Y si bien aclaró, posteriormente, que no tiene intenciones de abandonar el Real Madrid, tampoco ha querido extender su contrato con el club merengue, algo que se percibe en Madrid como el principio del fin de la aventura española del portugués.
Después del trago amargo que supuso el lío legal y el fracaso de su selección en la Copa Confederaciones, Cristiano Ronaldo comenzó la campaña de manera tardía con el Real Madrid... tan solo para verse polémicamente expulsado en el primer partido en que veía acción, el clásico de ida de la Supercopa de España ante el Barcelona.
La expulsión tras haber propinado un empujón al árbitro retrasó su debut en Liga tras ser castigado con cinco partidos de sanción y no fue hasta la quinta jornada en que pudo participar en el torneo.
Para entonces, el portugués ya iba con seis goles de retraso con respecto a su máximo rival, Lionel Messi, en la carrera por el Pichichi español. Diez jornadas después, apenas ha logrado marcar dos goles en Liga, firmando su peor arranque en la competición española desde su llegada en 2009, y ha quedado fuera de la carrera por el título de goleo, a once goles del líder Messi.
Al portugués le ha quedado como consuelo su competición favorita, la Champions League. La única en la que sigue brillando con luz propia y rompiendo barreras.
Cristiano llegó a París para recoger el galardón un día después de convertirse, con el tanto con el que contribuyó a la victoria del Madrid por 3-2 sobre el Borussia Dortmund, en el primer jugador en marcar en todos los partidos de la fase de grupos de Champions League y llegar a los nueve goles en lo que va de la campaña.