El delantero argentino siempre se ha caracterizado por ser un gran regateador que impone su velocidad de piernas y habilidad para superar a defensores y dejar sin chances a los arqueros del equipo rival.
Hace no mucho tiempo, en el cruce de semifinales de UEFA Champions League de 2015, Lionel Messi volvió a deslumbrar al mundo con una gambeta que causó furor no sólo porque terminó en gol, sino también por la manera en la que dejó atrás al defensor de turno, que era Jerome Boateng.
El camino hacia aquella semifinal no había significado grandes problemas para el Barcelona de Luis Enrique, que sacó 15/18 en fase de grupos y después eliminó a dos grandes equipos del Viejo Continente: en octavos de final despachó al Manchester City de Agüero y en cuartos de final superó al PSG de Zlatan Ibrahimovic y el Pocho Lavezzi.
Bayern Munich, que era dirigido por Guardiola, había goleado a Shakhtar en octavos por 7-0 y en cuartos tuvo que trabajar un poco más para eliminar a un Porto que había ganado la ida por 3-1, pero no pudo aguantar el resultado y terminó cayendo 6-1 en el partido de vuelta.
Hasta ese encuentro ante los alemanes, Messi no había podido marcar en ningún partido de eliminación directa en esa edición y sus 8 goles respondían a lo que había hecho en los 6 cotejos de la fase de grupos, instancia que Barcelona compartió con PSG, Ajax y APOEL: le marcó dos tantos al PSG, se lució con un hat-trick en la visita de Barcelona ante APOEL y le convirtió tres a los holandeses.
El Camp Nou se vistió de gala y fue el marco de ese partido de ida de semifinales entre Barcelona y Bayern Munich, que enfrentaba a dos técnicos con un estilo de juego que prometía mucho fútbol y cumplió. Si bien la primera etapa terminó con el marcador en cero, ambos equipos habían tenidos grandes chances de convertir el primer gol. Barcelona en los pies de Suárez, que falló un mano a mano ante Neuer, y de Neymar, mientras que la visita tuvo su carta goleadora en Lewandowski. Lo mejor estaba por llegar en el complemento.
La primera emoción fue a los 77 de la mano de Leo Messi, quien recibió la pelota fuera del área y estremeció las redes del arco de Neuer con un zurdazo violento que se coló por el primer palo. Luego de este desahogo, Barcelona comenzó a dominar el juego con mayor tranquilidad, lo que se tradujo en los dos goles que vendrían a continuación.
Tres minutos después del primer tanto, Rakitic logró conectar con Messi, que empezó a encarar hacia el área, donde esperaba firme Jerome Boateng. Mientras corría a toda velocidad, Leo llevaba la pelota pegadita al pie todo el tiempo, como mostrándosela al defensor, que cuando creía que tenía todas las de ganar e intentó quitarle la bola, quedó en offside. Como en un truco, donde el mago hace aparecer y desaparecer objetos, Messi logró que la pelota desapareciera de la vista del defensor alemán de un segundo para el otro. Un pequeño enganche, una finta mínima le bastó al argentino para desarmar al central, que no pudo quitarle la pelota a La Pulga y quedó "sentado", perplejo e impotente ante aquella gambeta. El resto fue pan comido para Messi, algo rutinario, ya que quedó frente a Neuer y la picó por encima del arquero con su pierna menos hábil para convertir el 2-0.
La función de Messi no terminaría ahí. Cuando ya se moría el partido y se cumplía el tercer minuto agregado por el árbitro, Leo asistió a Neymar para que el crack brasileño se enfrentara mano a mano con el portero alemán y, con un toque suave entre sus piernas, ponga el 3-0 definitivo. La diferencia fue tan grande que el 3-2 obtenido por los alemanes en su casa no fue suficiente para dar vuelta la llave y quedaron eliminados.
Un mes después, Barcelona se coronaría campeón de la UEFA Champions League tras derrotar por 3-1 a la Juventus de Carlos Tevez. A pesar de que Messi no pudo convertir en el partido decisivo, el argentino finalizó como uno de los goleadores de aquella edición 2014/15 con 10 goles, puesto que compartió con Neymar y Cristiano Ronaldo. La temible MSN terminó el torneo con 27 tantos gracias a los 7 de Luis Suárez que completaron los 20 de Ney y Leo, redondeando así una campaña extraordinaria de los atacantes blaugranas.
Ese gol del 10 de Barcelona, que fue premiado como el mejor de la UEFA de aquella temporada 2014/15, es muy recordado por todos los amantes del fútbol y también por el mismo jugador que fue la víctima de la habilidad de La Pulga aquel 6 de mayo. El 17 de marzo pasado, Boateng propuso un pequeño juego en su cuenta de Twitter en la que los usuarios podrían hacerle preguntas y él respondería. Cuando fue consultado por aquella jugada de las semifinales de 2015, el central alemán lo tomó con gracia y respondió: “Honestamente, me gustaría ver a cada uno de ustedes defendiendo contra Messi”.
honestly I would love to see each one of you defending against messi 😂😂 https://t.co/Jflx1R4NsR
— Jerome Boateng (@JB17Official) March 18, 2020