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BARCELONA -- Lionel Messi fue el gran protagonista del entrenamiento del Barcelona este martes. El capitán azulgrana, víctima de una patada durísima (involuntaria) de Kalidou Koulibaly durante el partido frente al Napoli, se ejercitó con aparente normalidad junto a sus compañeros, después de la jornada de descanso que Setién concedió a la plantilla el lunes y que el crack argentino aprovechó para seguir tratamiento. Messi lució un aparatoso vendaje en su pierna izquierda, desde el tobillo y por debajo de la rodilla, como precaución, aunque la disminución del hematoma, al cabo de 48 horas de reposo y tratamiento, quedó evidente al poder calzarse con normalidad su zapato. La recuperación del capitán, la mejor noticia para el club de cara al partido del viernes frente al Bayern Munich, se entiende absoluta después de que el lunes se especulase con que quizá no entraría en la dinámica normal de la plantilla hasta el miércoles, avanzando en los plazos y ya ejercitándose con sus compañeros. DEMBÉLÉ ACELERA
Al margen de Messi, y teniendo en cuenta que a Samuel Umtiti no se le espera, Setién podrá contar, espera, también con Ousmane Dembele, quien volvió a completar el entrenamiento este martes, ya lleva una semana trabajando en condiciones y se da por hecho que podrá viajar a Lisboa a disposición del entrenador. El extremo francés, de baja desde el mes de febrero, podría recibir el alta médica el jueves por la mañana, coincidiendo con el desplazamiento de la expedición azulgrana a Portugal.
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