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El Real Madrid contra el mundo

Real Madrid se enfrentará en los octavos de final ante uno de los favoritos a ganar la Champions League, el Paris Saint Germain

Esto fue lo que escribió Walter Tavares, basquetbolista del Real Madrid, justo después de conocer al rival que le tocó al equipo de fútbol después de la insólita repetición, este martes, del sorteo que celebró la UEFA en Nyon, Suiza. Esta expresión probablemente resume el sentimiento que jugadores y aficionados madridistas experimentaron al cambiarles, de golpe y porrazo, su expectativa de cara al futuro inmediato en el torneo de clubes más importante del planeta.

El doble sorteo contribuye, y de qué forma, a una escalada cada vez más recalcitrante del conflicto entre el Máximo Organismo Rector del Balompié Europeo y el Real Madrid. En unas cuantas horas, el emparejamiento inicial de los partidos de Octavos de Final de la Champions League tuvo que repetirse en su totalidad, debido a un par de errores extrañamente atribuidos a la tecnología, lo cual propició que el equipo merengue ahora se juegue la vida ante el Paris Saint Germain en febrero del próximo año.

No puede ni por un momento pasar desapercibido es cuasi estado de guerra existente entre el club de Chamartin y la UEFA de Aleksander Ceferin por el tema de la Superliga. Al contrario. El frustrado intento de Florentino Pérez de crear una competencia entre los equipos élite del Viejo Continente en clara denostación de la Liga de Campeones, ha llevado a un enfrentamiento directo entre las partes, mismo que ha llegado incluso hasta los tribunales.

Por ello, se me hace muy extraño que justo en el sorteo inmediatamente posterior al inicio de la tensión, aparezca un “problema en el software de un proveedor externo” que haya obligado, para no meterse en más problemas, a un nuevo sorteo y a un casi completamente nuevo cruce en los partidos de eliminación directa entre los 16 mejores equipos del continente. Y digo casi, porque el único partido repetido entre el primer y segundo sorteo es el que dejó al Chelsea enfrentando al Lille, campeón de Francia.

Al Madrid le había correspondido inicialmente el Benfica de Portugal, un rival relativamente asequible como para suponer su presencia en Cuartos de Final. Sin embargo, unas pocas horas más tarde, la “Diosa Fortuna” decidió poner en el camino de los dirigidos por Carlo Ancelotti nada más ni nada menos que a Lionel Messi, Neymar, Kylian Mbappé y compañía. Qué curioso, ¿no? Justo ante el equipo con el que, coincidentemente, también habría librado una frustrada batalla el verano pasado para convencer a su directiva, encabezada por Al Khelaifi, de aceptar los 170 más 10 millones de euros que le fueron ofrecidos por el delantero francés campeón del mundo en Rusia 2018.

La reacción merengue no se hizo esperar. Emilio Butragueño señaló que “es sorprendente y difícil de entender” lo sucedido en la apacible ciudad suiza que se ubica a orillas del lago Lemán. Muchos coinciden con el “Buitre”, pero luego de lo referido en líneas precedentes, hay elementos para pensar que el conflicto entre el máximo ganador de la máxima competencia europea de clubes y quien la sostiene y organiza, tuvo algo que ver en esta, insisto, inédita y altamente sospechosa falla tecnológica que tal parece está dirigida contra el principal enemigo de la UEFA: Florentino Pérez y el proyecto de Superliga que encabeza.

Lo único cierto, y para mí es lo que más importa, es que los aficionados y todos los que amamos al fútbol perderemos, demasiado pronto, a uno de los equipos favoritos para levantar La Orejona. Y aunque este sea el partido más atractivo de octavos, por encima incluso del Inter vs Liverpool o del Atlético de Madrid vs Manchester United, no me agrada saber que tendremos que despedirnos con excesiva antelación de un buen número de los mejores futbolistas del mundo. Estoy seguro de que muy pocos agradecen este guiño de la Diosa ¿Fortuna? Y aunque algunos se pongan del lado del Madrid y crean que están luchando solos contra el mundo, en realidad es que el mundo perderá mucho más de lo que un efímero regocijo, en una instancia tan alejada de la Gran Final, nos pueda regalar.

Si la UEFA tuvo que ver directamente con todo esto, que renuncie inmediatamente Ceferin, porque eso de meter mano directa en sacar, ipso facto, a una de las mejores escuadras del planeta, ya sea el Real Madrid o el PSG, sería algo criminal. Si no fue así, y esto es lo que quiero pensar, entonces se hizo un Hara-Kiri de proporciones mayúsculas. Ni modo. Agua y ajo, como diría nuestro Pentapichichi.