MADRID -- La cúpula del Real Madrid terminó el partido contra el Paris Saint-Germain con un enfado notable por la imagen mostrada por el equipo que dirige Carlo Ancelotti, según fuentes comentaron a ESPN.
El técnico italiano fue el principal señalado por su planteamiento tan conservador mientras que también se cuestionó el bajo rendimiento ofrecido por un Dani Carvajal al que le tocó defender a Kylian Mbappé.
No obstante, en el club se entiende que el 1-0 todavía es remontable en el partido de vuelta que se disputará en el Santiago Bernabéu el próximo 9 de marzo.
El Real Madrid estuvo muy por debajo del ritmo del PSG en todo el partido y sufrió desde el primer minuto para aguantar la intensidad del rival.
Thibaut Courtois, que atajó un penalti a Lionel Messi, fue la gran estrella del Madrid y algunas fuentes deslizan a ESPN que sólo el ex del Chelsea y Eder Militao evitaron que la derrota fuera mayor.
En el club se estima que Ancelotti replegó demasiado atrás a su equipo y que no hubo un juego de ataque como el que se esperaba para un partido de este nivel.
Las informaciones apuntan a que apenas llegaron balones a los delanteros, cuya participación ofensiva en el partido fue casi testimonial.
No obstante, en el Madrid también echaron en falta la figura de un futbolista diferencial como sí tuvo el PSG con Kylian Mbappé; y admiten que eso no es culpa ni del técnico ni de sus jugadores.
Del mismo modo, en la directiva existe cierta “preocupación” por las bajas de Casemiro y Ferland Mendy para el partido de vuelta ya que los consideran dos jugadores imprescindibles que, a día de hoy, no tienen recambio de garantías.
En el caso del brasileño, Fede Valverde y Eduardo Camavinga podrían tener opciones de acompañar a Toni Kroos en labores de contención, mientras que para suplir a Mendy, Ancelotti tendrá que recomponer la defensa y derivar a David Alaba a la banda o incluir a Nacho a pierna cambiada.
De una u otra manera las fuentes destacan a ESPN que lo más positivo es que el Madrid salió “vivo” del Parque de los Príncipes para un partido de vuelta que se prepara desde ya. Y la consigna es clara: olvidar lo de París y centrarse en mejorar.