Deportivo Independiente Medellín se confirmó como el finalista del Grupo B de los cuadrangulares y ahora deberá medirse a Pereira para ir por su séptima estrella en la historia. Los dirigidos por David González se han mostrado con muchas virtudes ofensivas, pero también les ha costado su falta de planeación en defensa.
Su fortaleza
No cabe duda que el DIM es uno de los equipos que mejor fútbol ha mostrado a lo largo del semestre, su joven entrenador ha optado por darle cabida a los jugadores de técnica y calidad en el mediocampo sin importar la edad. El Poderoso se da el lujo de juntar en el terreno de juego por momentos a futbolistas como Vladimir Hernández, Andrés Ricaurte, Cristian Marrugo y/o Felipe Pardo, pero además cuenta con la letalidad de Luciano Pons y Diber Cambindo en el frente de ataque.
Con esa clase de jugadores Medellín se hace por lo general dueño de la posesión de la pelota, es un equipo de toque y que sabe cuándo volverse muy vertical para maltratar a su rival.
Sus debilidades son en zona defensiva
Medellín es un equipo que, si bien se destaca por tener una buena zona de ataque, se muestra también muy vulnerable para sus adversarios. El equipo generalmente ataca bien con sus hombres experimentados, pero le cuesta mucho en el retroceso también en parte debido a la edad de sus hombres de ataque o que van por los extremos, estos no son los más aptos para hacer relevos en marca, tener una disciplina táctica y demás cuando se les requiere, por lo general el DIM debe defenderse con menos hombres que cualquiera de sus rivales.
Así como en fase ofensiva Hernández, Ricaurte, Marrugo, Pardo y compañía hacen de las suyas, cuando se les necesita con regresos en velocidad y marca no son los mejores, no tienen mayor sacrificio y hacen que el equipo se parta por largos momentos de juego dejando grandes vacíos en su funcionamiento y espacios que pueden ser bien logrados por el rival.
Arregui, líder y figura en el mediocampo
Independiente Medellín encontró en Adrián Arregui un gran caudillo y conductor de juego desde el mediocampo. Con carácter, el argentino de 30 años maneja todos los hilos del equipo desde la mitad, es el líder natural de esta escuadra, capitán, aún cuando en la plantilla también se encuentran jugadores como Andrés Cadavid que cuenta con capacidades muy similares, tiene mucho sacrificio, maneja los tiempos del partido, es una voz que se alza para hablarle al oído o reclamarle a los árbitros y para completar tiene buen pie, impulsa las salidas de su equipo con la pelota al hombre y también maneja la media y larga distancia para intentar anotar.