James Rodríguez fue el mejor de la Selección Colombia en el triunfo 2-1 ante Paraguay por el grupo D de la Copa América. Fue ovacionado por los hinchas.
La primera media hora tuvo drama. Jefferson Lerma amonestado a los 13', Jhon Lucumí lesionado a los 23' y un rival con mucho orden que disminuyó la profundidad de Luis Díaz por la izquierda. Ahí apareció el capitán, para salir del medio hacia la banda de su perfil natural. Desde ahí abrió el partido y aplicó su técnica para solucionar.
Sus centros al área fueron decisivos para alterar la aplicación paraguaya. Con su zurda desorientó a los especialistas en juego aéreo. La pausa previa al primer envío desubicó marcas y habilitó en tiempo y espacio al Daniel Muñoz para su frentazo al segundo palo del 1-0.
Con pelota quieta también estuvo muy afilado. Por la derecha en un cobro de costado, le dio la rosca perfecta para otro cabezazo de Jefferson Lerma en el 2-0. Dos lanzamientos que rompieron la fortaleza histórica del área contraria.
James dio 53 pases buenos de 60, 13 en el último tercio, remató dos veces al arco, recuperó cinco veces la pelota y ganó uno de sus dos regates. En el final del partido recibió patadas y ayudó a sacar al equipo tras el descuento.
Se quedó sin ayuda de Jhon Arias pero el ímpetu de Richard Ríos acudió al rescate.
“Fue un rival duro, en la segunda parte podíamos haberlo hecho un poquito mejor, pero se pueden corregir cosas cuando el equipo gana", dijo el 10.
Dejó la cancha a los 88' ovacionado por los más de 60 mil hinchas colombianos en Houston.