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Copa América: Estados Unidos deja dudas y deudas para el Mundial

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¿A quién se debe sancionar por el caos en la final de la Copa América? (3:05)

El caos en la final de la Copa América dejó una imagen amarga del torneo. Mauricio Pedroza, Álex Pareja, Hernán Pereyra y Barak Fever analizan los incidentes. (3:05)

El torneo de la Conmebol dejó múltiples dudas de organización en el principal anfitrión de la próxima Copa del Mundo


La Copa América 2024 era el primer ensayo rumbo a la Copa del Mundo 2026 y de acuerdo con el director técnico de Uruguay, Marcelo Bielsa, fue un desastre. El torneo de la Conmebol evidenció a los Estados Unidos, desde el principio hasta el fin de la competencia, con el portazo de los aficionados antes de iniciar la final entre Colombia y Argentina, y a dos años del Mundial que se jugará en ese territorio.

La Copa América 2024 parecía que iba a ser un día de campo para un país como Estados Unidos, dotado de infraestructura y tecnología de punta, acostumbrado a los magnos eventos. En el torneo donde se consagró campeón Lionel Messi, capitán de Argentina, el país anfitrión puso a prueba ocho de sus 11 sedes elegidas para la próxima Copa del Mundo, y encontró que aún hay muchos detalles por afinar.

En las tribunas y en las ciudades que fueron sedes del torneo de la Conmebol, de acuerdo a información obtenida por ESPN, había observadores de la FIFA y de otras Confederaciones, revisando los problemas y aciertos de Estados Unidos rumbo a la Copa del Mundo 2026, por lo que la Copa América 2024 se puede considerar un ensayo.

Uno de los personajes que más alzó la voz fue el director técnico de Uruguay, en un monólogo en el que Bielsa fue más Bielsa que nunca. El argentino hizo un resumen de todos los problemas que tuvo la organización en los 24 días que duró la Copa América 2024, al tirar dardos contra la seguridad, estadios, logística, entre otros.

El problema de la seguridad en los estadios de Estados Unidos

El escándalo de los jugadores de Uruguay defendiendo a sus familias en el estadio de Charlotte, Estados Unidos, parecía un pequeño frente el caos que se reportó en el Hard Rock Stadium, de Miami, previo a la final entre Argentina y Colombia, ambos inmuebles considerados sedes para la Copa del Mundo 2026.

En el Bank of América Stadium de Charlotte, al finalizar la semifinal entre Colombia y Uruguay, los jugadores del equipo celeste tuvieron que subir a las gradas a defender a sus familiares, que eran agredidos por aficionados rivales, de acuerdo a los propios futbolistas.

"Los futbolistas fueron obligados a hacer esto. La sanción no es para los futbolistas sino para aquellos que los obligaron a actuar del modo en el que actuaron. No tenían opción, los dejaron sin opción. Lo único que faltaría es que hubiera sanciones. En un país que como organizador tiene responsabilidades. En un país que fue capaz del FIFA Gate ahora resulta que hay que echarles la culpa a los jugadores", dijo Marcelo Bielsa, defendiendo a sus jugadores.

Ese parecía ser el escándalo mayúsculo de la Copa América 2024 que se organizó en Estados Unidos, pero la imagen del país anfitrión aún encontraría un punto más bajo. Previo a la final entre Argentina y Colombia en el Hard Rock Stadium, la seguridad falló y los aficionados comenzaron a ingresar de manera desorganizada, algunos de ellos sin boleto, un 'portazo', lo que retrasó el inicio del partido por cerca de una hora.

La seguridad del inmueble selló todos los accesos para intentar controlar el caos en el interior y el exterior del estadio, pero pronto comenzaron a circular en redes sociales las imágenes de aficionados que parecían sofocados. Más tarde se determinó abrir las puertas, pero ante el caos mayúsculo muchos aficionados reclamaron que no pudieron ingresar al recinto a pesar de contar con boletos.

"Todos los fanáticos sin boletos DEBEN abandonar las instalaciones del Hard Rock Stadium. Es fundamental para un partido exitoso y lo más importante, seguro", se publicó en las cuentas de redes sociales del estadio.

Antes de los incidentes de Charlotte y Miami, se habían captado riñas entre aficionados de las selecciones que participaron en la Copa América 2024, bien controladas por los agentes de seguridad de cada sede.

Estados Unidos tendrá que garantizar la seguridad en la Copa del Mundo 2026 y evitar que se repita un episodio como el que se vivió antes de la final de la Copa América 2024.

Las quejas por el césped, una constante de la Copa América 2024

Lionel Scaloni, Emiliano Martínez, James Rodríguez, Ronald Araujo, Weston MacKennie, Jorge Fossati, Ricardo Gareca, Jaime Lozano, Marcelo Bielsa, entre otros, hicieron comentarios respecto a las canchas de los 14 estadios de la Copa América 2024, de los cuales ocho serán sedes de la Copa del Mundo dentro de dos años.

"Hace siete meses que sabemos que vamos a jugar acá y cambiaron el césped hace dos días. El césped no está apto para este tipo de jugadores", reclamó Scaloni en la presentación de Argentina en la Copa América.

Los partidos de la Copa América estuvieron repartidos en 14 estadios, de los cuales solo tres no albergan equipos de la NFL. Por eso, en la mayoría tuvieron que hacer adecuaciones al campo de juego para poder recibir el torneo que organiza la Conmebol.

"La cancha no estaba ayudando mucho, estaba seca, ponen un tapete raro, no sé. Los estados de las canchas no están muy buenos y eso también influye para que el juego sea de mucha fricción", señaló James Rodríguez, capitán de Colombia, que llegó a la final de la Copa América 2024.

"Las canchas no han sido las mejores. No son los mejores escenarios, más allá de la intención. Veo que los muchachos tienen problemas en la mayoría de los partidos. Hay algunos desniveles en los campos producto de acomodar la cancha para la Copa", refirió Ricardo Gareca, entrenador de Chile.

En Perú, el propio entrenador Jorge Fossati señaló al estado de la cancha como uno de los factores que provocó la lesión de Luis Advíncula.

"No soy médico ni nada por el estilo, pero hace unos cuantos años que estoy en el futbol y sé que las lesiones de tendón de Aquiles pueden venir cuando no es una cancha con césped normal", sentenció Fossati.

"Es un terreno irregular, se rompe a cada paso. En Alemania [donde se disputó la Eurocopa] todo el mundo juega con césped espléndido y el juego se ve beneficiado", explicó el mediocampista de Estados Unidos, Weston McKennie.

Por su parte, Marcelo Bielsa fue más allá y se quejó hasta de los campos de entrenamiento, al argumentar que en "ellos no se puede entrenar" y aseguró que tenía fotos que evidenciaban el mal estado de las canchas.

De acuerdo a información recabada por ESPN, los estadios que serán sedes de la Copa del Mundo 2026 deberán de cambiar el césped por uno que cumpla con las exigencias de la FIFA a más tardar en el verano del 2025, a excepción del inmueble de Houston, Texas, que tiene permiso para hacerlo hasta inicios del 2026 por un evento que se organizará ahí.

La Conmebol, por su parte, aseguró que todos los comentarios derivaban de "una mala percepción estética de los jugadores".

"Una mala percepción estética de los jugadores. En realidad, ellos dijeron que los campos estaban mal, pero nadie nos dijo por qué creían que estaban mal. Los tests fueron los mismos para todos los estadios y fueron todos positivos. No hubo riesgo alguno para los jugadores", apuntó Frederico Nantes, director de competiciones de Conmebol, en una conferencia de prensa del pasado primero de julio.

Protocolos antidiscriminación

En la Copa América 2024 también se pusieron a prueba los protocolos antidiscriminación. Durante el partido de la fase de grupos entre México y Ecuador, que se disputó en Phoenix, Arizona, se mostró un anuncio en las pantallas en el que se informaba a los aficionados que se abstuvieran a poner en práctica el grito discriminatorio en los despejes del portero porque el partido podía ser suspendido.

El juego entre México y Ecuador no fue suspendido en ningún momento y se pudo contrarrestar cualquier acción discriminatoria.

Sin embargo, Canadá --que también será sede de la Copa del Mundo 2026-- constantemente denunció discriminación en contra de sus jugadores y el entrenador Jesse Marsch consideró que fueron tratados como ciudadanos de segunda.

"Para mí este torneo no ha sido profesional, hay demasiadas lagunas en el trato, en la experiencia general, desde una perspectiva cotidiana. He visto lo que ha pasado después del partido entre Uruguay y Colombia", expresó Jesse Marsch en la conferencia de prensa previa al duelo por el tercer lugar de la Copa América 2024.

"Sé que si la selección de Canadá hubiera respondido así habría recibido discriminaciones por el trato que recibimos en este torneo. Todo el tiempo hemos recibido insultos racistas en directo con nuestros jugadores y a través de las redes sociales. No sólo fue la situación de Moïse Bombito, sino durante todo el torneo por parte de los hinchas rivales, ya sea en vivo o en redes sociales. Hemos sido tratados como ciudadanos de segunda clase", sentenció el entrenador de Canadá.

La Conmebol, en su momento, rechazó todas las expresiones racistas en contra de cualquiera de los participantes de la Copa América y les dio su respaldo.

¿Cuál será el siguiente ensayo para la Copa del Mundo 2026?

El Campeonato Mundial de Clubes 2025 es la siguiente prueba para los Estados Unidos. Un año antes de la Copa del Mundo 2026, los mejores 32 equipos del mundo se enfrentarán en una competencia que se organizará por primera vez con ese formato.

Ahí se podrán mejorar factores como las dudas en seguridad, canchas y logística que afectaron en la Copa América, además de que se espera que tenga una mejor difusión a nivel local que el torneo de la Conmebol, que pasó desapercibido en varias de sus sedes, a pesar de que el torneo, económicamente, fue un éxito.

Venta de alcohol

En los estadios de Estados Unidos la venta de cerveza y alcohol es permitida durante todo el partido, además del tailgate, donde los aficionados beben y comen en el estacionamiento. No sólo es cerveza, se venden cocteles y licores. Además, es posible adquirir boleto para entrar al estacionamiento sin tener acceso al partido, lo que provoca grandes fiestas afuera del estadio, donde no hay control del alcohol, por lo que es muy común ver riñas dentro y fuera el estadio.