El director técnico de la Selección Peruana, Ricardo Gareca, se reinventó en la Copa América obteniendo el cuarto lugar. Más allá del resultado final, el estratega argentino tomó el certamen como impulso para cumplir algunos objetivos con Perú. Sin duda, ahora la mentalidad del Tigre estará puesta en las Eliminatorias Qatar 2022.
El saldo de Ricardo Gareca con la Selección Peruana disputando la Copa América es alentador considerando que el objetivo principal es la clasificación al mundial. El Tigre tomó el certamen para ampliar el universo de jugadores y así tener más variantes no solo para armar una lista de convocados, sino para tener alternativas en cada puesto del equipo.
¿Por qué la Copa América puede ser un punto de quiebre? El estratega argentino es de tomar decisiones radicales. En el 2016, fue con un plantel distinto y sin figuras para afrontar la Copa América Centenario. El plan le salió bien y consolidó un grupo que lo ayudó a conseguir la clasificación de Perú después de 36 años. Además, en las Eliminatorias Rusia 2018, se ubica en los últimos lugares.
Una situación similar ocurre con la Selección Peruana. Más allá del triunfo ante Ecuador en Quito, Perú se ubica en los últimos lugares y está obligado a rescatar puntos de visita. Por ende, la Copa América era clave para Ricardo Gareca siendo consciente que su equipo tenía que mejorar.
Ricardo Gareca cumplió con sus objetivos. Ahora, Perú tiene una fortaleza que parte desde lo colectivo y una propuesta bien definida. Además, tiene más variantes con jugadores que se ganaron su confianza y también distintos esquemas tácticos que le permite replantear muchas veces sin necesidad de recurrir al banco de suplentes.