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Así construyó Marcelo Gallardo el River campeón de América 2018

La imagen ya forma parte de la enciclopedia del fútbol mundial. River Plate campeón de la CONMEBOL Libertadores en el estadio Santiago Bernabéu, después de derrotar a Boca Juniors, su clásico rival, en la final más estresante de todos los tiempos. Así terminó la historia, pero ¿cómo comenzó?

Para hablar del origen del equipo más reconocido de la historia de River hay que remontarse a comienzos de 2018. Después de un 2017 que terminó con la gran frustración de la derrota en semis de la Libertadores contra Lanús el equipo necesitaba rearmarse, tanto desde los futbolístico como desde lo anímico. Marcelo Gallardo, su entrenador, ya campeón de América en 2015 y con casi cuatro años en el club, tenía la capacidad y la espalda para encarar la construcción de uno proyecto aún más ambicioso. Solo necesitaba los elementos adecuados.

El 2018, pese a todas esas ambiciones, comenzó mal. Tres derrotas y solo dos victorias en los primeros siete partidos de la liga argentina y refuerzos que tardaron en acoplarse a la idea del cuerpo técnico. La máquina recién comenzó a engranar el 14 de marzo, en la Supercopa Argentina. Aquel día, en Mendoza, River le ganó a Boca la primera final del año. Y de su historia.

Tras el partido, Gallardo dejó una frase para la historia. Una broma o, quizás, no tanto. "Tengo que sincerarme. Estos dos meses, en que venimos jugando muy mal, fue parte de la estrategia. Sabíamos cómo jugaba Boca, ellos no sabían cómo jugábamos nosotros. Si se dejaban llevar por lo que fuimos en estos dos meses, claramente no tenían idea de cómo íbamos a jugar. Fue parte de la estrategia jugar mal para ganar el partido más importante de este semestre. (...) Esconder malos funcionamientos para ganar hoy de la manera que ganamos. Esa fue la estrategia".

Desde ese día, el equipo no paró de crecer. Encontró funcionamiento en todas las líneas y respuestas individuales. Las bondades colectivas partieron desde la sólida respuesta anímica y mental ante cualquier situación del juego. River sabía qué hacer cuando perdía y cuándo ganaba. De visitante y de local. Nunca se desesperaba. Nunca dejaba de creer.

El todo es más que la suma de sus partes, está claro. Pero para entender mejor cómo se formó aquel equipo histórico vale la pena revisar cómo y por qué cada uno de los futbolistas importantes llegaron al once titular.

Franco Armani

Tras la frustración de 2017, quedó una sensación en River: necesitaba un arquero de jerarquía internacional. Un guardavallas del estilo de Marcelo Barovero, un talento burocrático. Entonces, fue a buscar al campeón de América en 2016, figura indiscutida e ídolo de Atlético Nacional. Fue la primera opción de Gallardo y uno de los pilares del futuro campeón. River pagó 4 millones por él, una inversión muy justificada.

Gonzalo Montiel

Gabriel Mercado había dejado el club en 2016 y dejó un gran vacío en el lateral derecho. Como otras veces, Gallardo decidió ir a buscar a las inferiores el reemplazo. Montiel se formó como central y en ese puesto llegó a Primera División, pero el entrenador enseguida vio algo más en él. Carácter, sí, pero también decisión, voluntad y capacidad de aprendizaje. Lo formó durante más de un año y en la segunda parte de 2017 se ganó el puesto de marcador de punta, ya totalmente transformado. Fue el titular en el primer partido de la Copa contra Flamengo y brilló en la final. Su personalidad fue un rasgo de identidad de aquel River. Y cuatro años más tarde, de la Argentina campeona del mundo.

Jonatan Maidana

El capitán y el jugador que más tiempo llevaba en River cuando se disputó la final de Madrid. Cuando arribó Gallardo, ya tenía cuatro años en el club. Había sufrido la ignominia del descenso y era un hombre reconocido en River. En el ciclo, siempre fue una pieza importante y, aunque Lucas Martínez Quarta le disputó el puesto en algunos momentos, su presencia en las finales fue fundamental.

Javier Pinola

Tenía 34 años cuando Gallardo sorprendió y lo fue a buscar a Rosario Central. No faltaban motivos, había sido uno de los mejores centrales de 2016 y 2017. Tenía la experiencia y la jerarquía internacional que buscaba el DT. Fue uno de los jugadores que mejor interpretó su idea en el campo de juego. Fue líder y voz de mando. Formó una dupla de enorme autoridad junto a Maidana.

Milton Casco

Cuando llegó a River, en 2015, era el mejor lateral izquierdo de Argentina. Leonel Vangioni estaba a punto de irse y el equipo necesitaba un reemplazo de calidad. Sin embargo, a Casco le costó, y mucho, afirmarse en el club. A pesar de eso, Gallardo lo sostuvo y le dio confianza. Volvió a su mejor nivel justo cuando más se lo necesitaba, en 2018.

Ignacio Fernández

Una de las grandes apuestas de Gallardo, que hoy es reconocido como uno de los mejores jugadores de su gestión. Llegó a los 26 años, en 2016. Como a otros futbolistas que luego se destacaron, su comienzo fue difícil. Le costó afirmarse entre los titulares pero cuando lo hizo su versatilidad e inteligencia lo convirtió en una pieza fundamental de la idea de juego de River. Su pase atrás para el gol de Lucas Pratto en Madrid es inolvidable.

Enzo Pérez

Amo y señor del mediocampo, logró en River lo que siempre soñó. Llegó en 2017 para ganar la Libertadores y lo hizo como gran figura y contra el clásico rival. Gallardo lo convirtió en el mediocampista central del equipo y él respondió como lo que ya es: uno de los mejores de la historia del club. Símbolo histórico de la gesta en Madrid.

Leonardo Ponzio

El otro capitán del equipo. Junto a Maidana sufrió en la B Nacional y celebró esta conquista con ese recuerdo a flor de piel. En un equipo que privilegiaba el fútbol dinámico y veloz, muchas veces estuvo a punto de perder el puesto. Pero cada vez que había que afrontar una situación límite Gallardo le daba la titularidad. Sus compañeros lo necesitaban en la cancha, para jugar y pelear antes que a ninguno. Otro de los intérpretes más importantes del entrenador, aunque él desde el aspecto espiritual y mental.

Exequiel Palacios

El prodigio del equipo. Joya de las inferiores, Gallardo siempre supo que tarde o temprano sería figura. Solo dependía de la fecha de su maduración, que fue justo en el año de la coronación en Madrid. Había debutado en 2015 a los 17 años, pero el DT de River lo formó con paciencia. En 2017 comenzó a jugar más y se hizo titular en 2018. Socio de todos el mediocampo, su dinámica europea y su pie sensible fueron muy importantes para darle brillo al campeón.

Gonzalo Martínez

El dueño de la foto de la final. El autor del gol simbólico. Se hizo ídolo en Madrid, pero sus comienzos en River fueron difíciles. Llegó al club, que le pagó a Huracán 4 millones y medio de dólares, a los 21 años, en 2015. Tardó en encontrar su lugar y los hinchas perdieron la paciencia en más de una ocasión. Sin embargo, Gallardo lo bancó, le dio confianza y lo moldeó. En 2018 explotó y se hizo especialista en amargar a Boca.

Lucas Pratto

En el varano de 2018, Gallardo tenía una idea fija: contratar jugadores de jerarquía para ir por la Copa Libertadores. El fichaje más impactante del mercado fue Pratto, quien llegó desde Brasil por más de diez millones de dólares. Fue una apuesta arriesgada por lo cara que salió a la perfección. El delantero convirtió goles en las dos finales y sus intervenciones fueron muy importantes en la estructura del equipo. Fue el salto de calidad en la ofensiva.

Juanfer Quintero

Su talento nunca estuvo en discusión pero su llegada a comienzos de 2018 fue sorpresiva. Venía de jugar en el DIM de Colombia y parecía lejos de los primeros planos internacionales. En River volvió a demostrar lo crack que en realidad era. Brilló durante el primer semestre, se destacó en la Copa del Mundo de Rusia y en la segunda mitad del año fue el único jugador capaz de ganar un partido por sí solo. En la final, ingresó para cambiar la historia y convirtió el gol más importante de todos los tiempos del fútbol argentino.

Jugadores como Camilo Mayada, que también fue campeón en 2015, Bruno Zuculini, Julián Álvarez, luego campeón Mundial con Argentina, Rafael Santos Borré, Martínez Quarta e Ignacio Scocco también fueron importantes en el camino hacia el título. Su aporte fue crucial en la construcción de este River de Gallardo, un campeón memorable.