Hay tradiciones en el fútbol sudamericano. “Ya se acerca Nochebuena, ya se acerca Navidad…”, cantan en Argentina los hinchas que están a punto de ser campeones. Celebran el inminente título, por lo general, a mediados de diciembre. Es que la última semana del año se descansa. Comienzan las fiestas, hace calor en este hemisferio y los jugadores e hinchas aprovechan para distenderse. Sin embargo, eso no siempre fue así. Hubo una época, hace mucho tiempo, en la que también se jugaba al fútbol a fin de año. Más de un siglo atrás, Rosario Central y Peñarol jugaron por primera vez. Vale recordarlo ahora que volverán a medirse este jueves, a las 19, en vivo por Star+, en el inicio de la CONMEBOL Libertadores.
Fue un duelo fue muy particular, el único partido oficial entre Peñarol y Rosario Central. Se celebró un 24 de diciembre, en la Nochebuena de 1916. Casualmente, Uruguay dejó de celebrar de forma oficial la Navidad ese mismo año. A partir de 1917, el 25 de diciembre se celebra el “día de la familia”, un festejo laico.
En plena semana de fiestas, mientras algunas familias pensaban en las compras navideñas, el pan dulce, el turrón y la sidra, manyas y canallas salieron a la cancha para dirimir un título internacional: la Copa de Competencia Chevallier Boutell.
La Tie Cup, el único antecedente entre Rosario Central y Peñarol
También llamada “Tie Cup Competition”, era un campeonato organizado entre las asociaciones de fútbol argentina y uruguaya. Se disputó cada año entre 1900 y 1919. Era una final entre los ganadores de la Copa Competencia de Argentina y la misma del Uruguay. Llevaba el nombre de Francis Chevallier Boutell, presidente de la Argentina Association Football League, quien donó el trofeo en disputa.
Por esa influencia de origen, la final siempre se disputaba en Buenos Aires. La de 1916 fue en el estadio de Racing Club, en las calles Alsina y Colón, en Avellaneda. Tenía capacidad para 30 mil personas y ese mismo año fue sede de la primera Copa América. Es el antecesor del actual estadio Presidente Perón, construido en 1950, tras demoler el anterior cuatro años antes.
Aquella Nochebuena de 1916, los uruguayos pudieron festejar la Navidad un poco más. Estaban lejos de sus familiares pero se quedaron con la alegría del triunfo. Levantaron sus copas para brindar y para celebrar un nuevo trofeo. Todo lo contrario para los rosarinos. Central tuvo un regreso amargo a su hogar. Lejos del brindis, de la celebración y habiendo perdido su primera final internacional.
José Antonio Piendibene fue la gran figura de la Navidad manya de 1916. El delantero fue responsable de anotar todos los tantos en la goleada 3-0 con que Peñarol derrotó a Rosario Central.
A los 6 minutos, Piendi, de cabeza marcó el primero tras asistencia de José Pérez. A los 28 se repitió la fórmula: centro de Pérez y de cabeza amplió Piendibene. En el segundo tiempo, a los 77, El Maestro esquivó a varios jugadores rivales, remató y anotó el 3 a 0 definitivo. Así, Peñarol conquistó la única Tie Cup en sus vitrinas.
Este jueves 4 de abril, 108 años después, Rosario Central intentará tener su revancha copera ante Peñarol en la Libertadores. Que la gloria sea eterna.