Millonarios quedó afuera de las competencias internacionales en 2024. La victoria de Flamengo a Bolívar también lo dejó sin Conmebol Sudamericana.
Cuando por fin consiguió disputar la fase de grupos de Conmebol Libertadores, derrapó. En cinco partidos hizo tres puntos, sin victorias. Es último de la zona. Marcó seis goles, recibió nueve. Suena a que compitió con improvisación, por su nómina justa.
La Copa es cruel. En 2022 y 2023 le puso en el camino a brasileños en las fases previas. No las superó. Para esta edición, Millonarios se encomendó a las certezas del proceso de cuatro años con el técnico Alberto Gamero. Así ganó tres títulos locales y movilizó la ilusión de protagonismo internacional. Chocó contras otras exigencias.
Flamengo le dio el sacudón inicial con el 1-1 en Bogotá. Bolívar lo lastimó en La Paz, mientras que Palestino lo puso a hacer cuentas en la primera parte de esta ronda. Dejó escapar la oportunidad de depender de sí mismo con dos empates seguidos en El Campín. La defensa fue inocente para atender pelotas quietas, en coordinar el achique y regalar la salida. En ataque perdió efectividad.
“No estuvimos a la altura", indicó el mediocampista Daniel Giraldo
Los silbidos de los hinchas representaron el orgullo herido. ¡Otra vez sin octavos de final! La última vez fue en 1997. Una eternidad para lo que representa en el fútbol colombiano.
“En este proceso de la Libertadores nos ha pasado muchas cosas e intentamos solucionar muchas cosas, entonces yo hoy es pedirle disculpas a la afición, a la hinchada, a los directivos, a todos, porque se nos va una ilusión que teníamos y esto ha sido un momento duro para nosotros, pero ya es atenernos a las muchas críticas que vamos a tener", dijo Gamero.
La decepción es constante. En 2018 terminó tercero en su grupo, en 2013 colero con tres puntos y diferencia negativa de -6. Cerro Porteño e Iquique evitaron que fuera el peor esa vez.
El consuelo de la Sudamericana se esfumó con la goleada 4-0 de los brasileños al líder en el Maracaná. Afuera de todo.
Millonarios cerrará la Copa el 28 de mayo en Río. Deberá evitar otra calamidad que afecte aún más su autoestima continental.