La historia de Fernando Gago y las lesiones parecen no tener fin para el volante de Boca.
Esta vez, el dolor fue doble: en la final ante River salió del campo de juego sobre el cierre del tiempo suplementario, con Boca perdiendo y dejando al equipo con nueve hombres, ya que antes había sido expulsado Wilmar Barrios.
“Me rompí el tendón”, fue lo primero que dijo cuando salió del campo de juego. Faltaban cuatro minutos para el final del segundo suplementario.
Cosas del destino, es la tercera vez en su carrera que sufre ante River la misma lesión. La primera rotura del tendón de Aquiles fue en septiembre de 2015 en el Monumental, cuando se lesionó a los 23 segundos del partido. Pintita se tiró al piso solo, mientras iba trotando: no tuvo contacto con ningún rival.
La segunda vez le pasó lo mismo, pero en La Bombonera, el 24 de abril de 2016. En este caso, dentro del área de Boca, pareció que Lucas Alario le había cometido una infracción, pero no: él solo sintió un tirón que lo obligó a dejar la cancha.
Pasó varios meses sin jugar hasta que volvió en un muy buen nivel, al final de ese año.
En octubre de 2017, jugando para la Selección argentina, en La Bombonera y ante Perú por Eliminatorias, sufrió la rotura de ligamentos de la rodilla derecha.
Pese a todo y tras largos meses de rehabilitación pudo regresar a las canchas.
El 10 de abril, Gago cumplirá 33 años. Las lesiones, graves como las mencionadas y otras no tanto, como desgarros y distensiones, lo acompañaron en los últimos años de su carrera.
Ahora, el futuro está en sus manos. Llegará la hora de los estudios, del diagnóstico preciso, del tiempo de recuperación. Habrá que ver si a esta altura el talentoso volante sigue con ganas de dar otra batalla para ponerse nuevamente en forma.
De algo no hay dudas: luego de la final perdida el dolor debe ser mucho más grande.