Barcelona SC chocará con Flamengo en la ida de las semifinales de la Copa Libertadores en el estadio Maracaná, en un partido en el que buscará dar la sorpresa frente al gran candidato al título.
La principal prioridad del equipo de Fabián Bustos será mantener la concentración durante todos los minutos del partido. Contra un rival como el cuadro carioca, cada distracción puede significar un gol en contra y por eso esa será una de las claves del juego.
Para eso, el DT argentino saldría con un mediocampo más combativo, con Nixon Molina, Bruno Piñatares y Michael Carcelén y sin Damián Díaz.
Otra clave serán las bajas del local, que no podrá contar con dos jugadores fundamentales: Filipe Luis y Giorgian De Arrascaeta. El lateral es importante por su experiencia y personalidad y también porque su salida desde el lateral izquierdo, algo que podría aprovechar Byron Castillo. En tanto, el uruguayo es la usina de fútbol del Fla, el socio de todos en la ofensiva.
La potencia ofensiva y las variantes individuales son, sin dudas, la gran virtud del conjunto que dirige Renato Gaúcho. Neutralizarlas puede plantearse como un objetivo imposible para el equipo ecuatoriano, que de todos modos ya demostró en esta Copa su capacidad para competir en Brasil.
David Luiz fue convocado y, aunque no fue confirmada su titularidad, está claro que su jerarquía será una preocupación más para el visitante. Además de sus virtudes defensivas, tiene gran juego aéreo, un punto fuerte del Fla en general, y también buena pegada.
Controlar a Gabigol y tapar a Everton Ribeiro también serán metas de los de Guayaquil. El atacante no necesita tomar mucho contacto con el balón para lastimar y cualquier jugada puede transformarse en una de riesgo. En tanto, el extremo será el encargado de hacer jugar al equipo en los últimos metros ante la ausencia de De Arrascaeta.
Barcelona debe aprovechar cada mínima ocasión de gol. Sí, es una obviedad ante cualquier encuentro frente a un rival de esta envergadura, pero Flamengo da opciones y no fallar puede marcar la diferencia entre sacar un buen resultado o no en Río.
En definitiva, será un encuentro de mucha complejidad para Barcelona, que deberá plantearlo como una serie de 180 minutos y jugar con el hecho de definir en casa dentro de una semana.