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Guillermo Ochoa, la leyenda de México que va de rockstar en Copa Oro

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A Guillermo Ochoa se le amontona la gente en cada lugar que pisa, no importa si está en Los Ángeles, Dallas, Las Vegas, Phoenix, San Francisco o Houston


HOUSTON – Gafas obscuras, cadena dorada, playera de cuello redondo y melena alborotada; es la descripción de los rockeros de la vieja escuela como Jim Morrison, Mick Jagger o si de latinos se trata, Gustavo Cerati, pero no es el caso. El look es de Guillermo Ochoa, el vetusto arquero de la Selección Mexicana, líder del equipo mexicano. Sin jugar, y pilar dentro de un equipo al que se le pide reconocerse así mismo con la identidad nacional.

Como cualquier rockstar, a Guillermo Ochoa se le amontona la gente en cada lugar que pisa, no importa si está en Los Ángeles, Dallas, Las Vegas, Phoenix, San Francisco o Houston, el arquero atrae toda la atención mexicana, su nombre aún está en el cartel, pero ya no toca. Él es la viva imagen de lo que busca Javier Aguirre, “el amor y el orgullo por representar a la Selección Mexicana”.

“Tener un Memo en selección y un Memo Ochoa en selección es abismal, porque con Memo en un club es regular, constante, es muy bueno, pero cuando lo pones en Selección, concentrado, es impresionante. Hay un cambio, puede ser actitud, entorno lo protege, me tocaba ver partidos en los que Memo salía del vestidor, se paraba y el equipo contrario lo veía como ‘wao, es Memo’, figura. Ahí me di cuenta del peso de Memo en la Selección. Obviamente lo hace ver con todos los partidos de la selección”, cuenta Alex Arredondo, ex entrenador de porteros de la Selección Mexicana.

El rol dentro de la Selección Mexicana cambió para Ochoa. Está sin estar. Le da consejos a Luis Ángel Malagón y a Raúl ‘Tala’ Rangel, y disfruta ser el hombre de experiencia dentro del equipo de Javier Aguirre. En una época en que las redes sociales mandan, el arquero que tiene cinco Mundiales les recuerda a los jóvenes que hay algo más allá de la realidad virtual, porque él estuvo antes y después del boom de las selfies.

Ochoa disfruta la concentración con la Selección Mexicana en la Copa Oro 2025. No ha disputado un sólo minuto, pero tiene la mira en la Copa del Mundo 2026. En el trayecto apareció Keylor Navas, ex del Real Madrid, para pedir “más respeto para Memo”, porque “cuando se vaya, no sabemos cuánto tiempo tardará en aparecer uno igual”, “los dos somos dos coches de alta gama”, y Javier Vasco Aguirre lo alienta a continuar al asegurar que “todavía no defino quién será el titular en el Mundial”.

“Selección es de momentos, en Selección siempre ha respondido, creo que por eso Ochoa pelea por estar en ese Mundial”, agrega el ex entrenador de porteros, que coincidió con Ochoa en América y el Tricolor.

Es el ejemplo de la Selección Mexicana, porque el mismo Vasco Aguirre dice que alineó a Gil Mora debido a que “tiene la misma mentalidad que Guillermo Ochoa, la de siempre ganar”. En los entrenamientos, Paco Memo cumple con todos los ejercicios y los ejecuta mejor que sus compañeros, conoce los atajos y los secretos de la portería, y se los transmite a Luis Ángel Malagón y Raúl ‘Tala’ Rangel, porque alguna vez desearon ser como él.

“Sabes qué pasa, elegí no por la edad, sino por la mentalidad. Este niño tiene 16 años y Memo 39 y tienen la misma mentalidad, ganadores, entrenan intensamente, tienen ganas de ayudar al compañero. Creeme que no me fijo en las edades, sino en el funcionamiento colectivo”, confiesa Javier Aguirre, previo a la final.

Ochoa es el primero en bajar de cada uno de los seis aviones que han transportado al equipo mexicano por la gira de la Copa Oro 2025, que se disputa en Estados Unidos. Paco Memo camina seguro, con su lente obscuro, su alborotada melena y una cadena dorada, en la que cuelgan los aros olímpicos, tiene el porte de los viejos rockeros, de aquellos que parecen eternos y cuando se les pide salir a tocar, estremecen.