El técnico Javier Aguirre apostó por esa dupla en el encuentro ante Honduras y obtuvo el boleto a la final de la Copa Oro.
SANTA CLARA – Dice Javier Aguirre que Gilberto Mora es titular en la Selección Mexicana porque tiene una mentalidad como la de Guillermo Ochoa: la de ganar. El vetusto entrenador del equipo mexicano encontró una llave al gol compuesta por su jugador más joven, de 16 años, y uno de los más veteranos, Raúl Jiménez de 34 años, la dupla inesperada de la Copa Oro.
“Sabes qué pasa, elegí no por la edad, sino por la mentalidad. Este niño tiene 16 años y Memo 39 y tienen la misma mentalidad, ganadores, entrenan intensamente, tienen ganas de ayudar al compañero. Créeme que no me fijo en las edades, sino en el funcionamiento colectivo”, confiesa Javier Aguirre, entrenador de la Selección Mexicana, después de clasificar a las semifinales.
Fue en el desayuno, cuando Javier Aguirre decidía entre cereal o avena, que la idea de volver a juntar a Raúl Jiménez con Gilberto Mora lo convenció por completo. Después de dedicar semanas en buscar el socio ideal para el atacante del Fulham, el técnico de la Selección Mexicana se inclinó por Gilberto Mora, un menudito niño de 16 años, que debería de estar dentro de una preparatoria en lugar de intentar graduarse como futbolista en la Copa Oro.
“Gil se enteró en la charla técnica de que iba a jugar, están muy igualados. En la mañana voy a desayunar, no tengo inconveniente en decirlo, y pienso en el lateral derecho, luego en la otra posición, tenga mucha igualación de jugadores en mi equipo, y ahí decido”, explica el Vasco.
La sociedad comenzó desde días atrás, cuando se le veía a Gilberto Mora caminando detrás del atacante del Fulham de la Premier League. En el entrenamiento previo a Honduras el niño de 16 años le pedía consejo al veterano de 34. Un día después, el chamaco, que todavía necesita el aval de sus padres para jugar la Copa Oro, dio el pase de gol a Raúl Jiménez, para llevar a su equipo a la final de la Copa Oro.
“Está muy bien cuidado por sus padres, vez la educación en casa, su conducta es ejemplar, asume su rol, escucha bien, bajo ninguna circunstancia le pega el entorno, estoy seguro que no. Es cierto que físicamente es un niño, tuvo calambres en los gemelos después del partido pasado y los hondureños te llevan al límite [...] hace cosas de gente grande, tenemos buena suerte”, agrega Javier Aguirre.
Gilberto Mora, en menos de un año, pasó de elegir a Raúl Jimenez para su equipo en el FC25, a ser su principal socio en el ataque. El primer intento fue contra Arabia Saudita. Ahí, el chico de 16 años sacó del sombrero un pase de tacón, que el jugador del Fulham transformó en una asistencia para el gol de Alexis Vega.
“Es un sueño”, se limitó a decir el chamaco que se pasea por zona mixta.
Aguirre, después de examinar las imágenes del partido contra Arabia Saudita, apostó por la dupla para el enfrentamiento contra Honduras. Sabía que Mora sería el blanco de las patadas de los jugadores de Centroamérica, pero confió. El riesgo funcionó, porque en el segundo tiempo Gil Mora volvió a conectar con Raúl Jiménez, ahora para anotar el único gol de las semifinales.
“Lo de Mora no necesito hacer algo, tiene 16 años, pero tiene buena fuerza, recarga bastante para su peso, es fuerte, come bien y no se esconde. Le dan dos leñazos y sigue teniendo la pelota. Es un cuate que no se esconde”, continúa hablando Aguirre de Mora.
Javier Aguirre la buscó por semanas y encontró la llave de la manera menos inesperada, la dupla Gilberto Mora y Javier Aguirre es su mayor sorpresa en la Copa Oro 2025.