En el Hotel Arrecifes, en Buenos Aires, Argentina, Gerardo Martino y Jorge Theiler, jugaban cartas después de planear la temporada del Almirante Brown, la primera experiencia del Tata como director técnico. Dos décadas después de ese episodio Theiler tomará el mando de la Selección Mexicana ante Haití, debido a la expulsión de Martino por acumulación de amarillas.
Theiler y Martino se consideran hermanos. Sus familias son amigas y son socios en algunas actividades por fuera del deporte. Se conocieron en Newell’s Old Boys en la década de los ochenta y sus novias, ahora esposas, se volvieron cercanas. Así se formó la amistad que los ha unido hasta ahora.
“Fuimos haciendo una gran amistad desde principios de la década de los 80. Gerardo es un ser humano muy transparente, noble, con una honestidad brutal, muy amigo de los amigos. Siempre tiene la palabra justa”, así describió Theiler a Martino cuando trabajaron en Almirante Brown, uno de los elementos de mayor confianza en su cuerpo técnico.
Theiler acompañó a Martino en el episodio que dejó al actual entrenador del Tricolor fuera del Mundial de México 86. Los dos estuvieron bajo el mando de Bilardo previo a la Copa del Mundo que terminó alzando Diego Armando Maradona, pero quedaron fuera de los planes de la Albiceleste. “Al Mundial no vas porque no vuelas”, le dijo el entonces técnico de la selección.
Theiler se separó de Martino en su paso por el representativo de Paraguay, Argentina y Barcelona, porque Hugo Tocalli lo invitó a participar en la división sub 20 de la Albiceleste, que a la postre terminaría como campeón del mundo en Canadá 2007.
Theiler y Tata se reencontraron en el Atlanta United y juntos aceptaron la propuesta de la Selección Mexicana. Por un partido, el que Martino considera su hermano, estará al mando del Tricolor.