<
>

El billete de 100 dólares de Juan Ramón Carrasco, una charla técnica que quedó en la historia de la Sudamericana

Año 2009. Vestuario del Estadio Centenario. El nerviosismo recorre el cuerpo de los jugadores de River Plate. Se encontraban ante un acontecimiento histórico. Ante Liga de Quito, por primera vez el club del Prado jugaría su pasaje a la final de la CONMEBOL Copa Sudamericana. Afuera, la gente esperaba para recibir al equipo. Adentro, el técnico Juan Ramón Carrasco entra en escena.

El inefable JR pidió un billete. Le dieron 100 dólares. Y antes sus dirigidos, que estaban todos sentaditos mirándolo, comenzó un interrogatorio…

“¿Qué es esto?”. Cien dólares, le respondieron los jugadores.

Acto seguido, Carrasco apretó el billete, lo arrugó, y volvió a preguntar: “¿Y ahora?”. Y le volvieron a responder, 100 dólares.

JR tiró el billete al piso, lo pisó, lo levantó y preguntó: “¿Ahora?”. La respuesta fue la misma, 100 dólares.

Ante la mirada de todo el vestuario, que no entendía al lugar donde quería llegar Carrasco con su charla, el DT abrió el billete, lo pasó por un charco de agua, y repreguntó.

Acto seguido acotó: “Muy bien, estos 100 dólares los vieron, ¿los vieron bien? ¿Vieron lo que hice? Lo apreté, lo pisé, lo refregué, lo embarré y nunca perdió su valor. Así como nosotros que nos hemos caído, nos han pisoteado y nos hemos parado, así nos encuentra en el día de hoy por jugar una semifinal en una Sudamericana. ¿Saben por qué? Porque siempre creímos, nunca nos apartamos de nuestra filosofía, sea cual sea el rival. Siempre apostamos a nuestra filosofía de juego que es el buen trato de pelota, buscar el arco rival, y más allá del resultado de hoy, que ojalá sea positivo, pero de no ser así, ustedes para mí van a estar en el más alto valor y van a tener toda nuestra confianza. ¿Quién me presta una pelota? Por favor, por favor una pelotita, una pelotita”, pidió impaciente mientras el utilero sacaba una de la bolsa.

Carrasco solicitó a los jugadores que se paren. “Vengan por favor. ¿Qué es esto? Una pelota. Bueno saben qué, sea cual sea el rival, sea cual sea la cancha, nosotros hemos adquirido un compromiso con ella de tratarla bien. Si la tratamos bien nos va a dar satisfacciones, así que vamos a contar hasta tres y todos juntos vamos a decir bien fuerte, vamos que se puede. Pongan la mano acá arriba, al uno, dos y tres decimos todos juntos vamos que se puede”. JR contó hasta tres y los jugadores gritaron. Pero los volvió a llamar. “Perdón, perdón, perdón, no, no, no escuché muy bien, no fue tan fuerte”. Y volvieron a gritar para salir al campo de juego, ante lo cual el comentarista de la cadena que televisaba, Fernando Niembro, decía: "Un momento muy especial, inédito, que no es frecuente”.

River Plate ganó aquel partido 2 a 1 en el Estadio Centenario, pero la revancha fue un martirio. Carrasco había decidido desmitificar el mito de la altura y subieron a Quito cinco días antes de jugar. River perdió 7 a 0 y volvió a casa eliminado.