El cuadro costarricense viene de pasar cambios a nivel político y su entrenador tiene apenas tres semanas de estar en el país
Costa Rica sigue sumergida en una crisis de resultados que quedó evidente en el 2023 con tan solo un 28% de rendimiento como consecuencia de tres triunfos en 12 partidos y lo último fue la paliza que le propinó Panamá en los cuartos de final de la Liga Naciones donde le superó 6-1 en el marcador global y la envió al repechaje clasificatorio de la Copa América.
El proceso interrumpido de Luis Fernando Suárez tras la Copa Oro y la llegada de un nuevo Comité Ejecutivo en la Federación Costarricense de Fútbol (FCRF) a finales de agosto vislumbraban cambios importantes para el fútbol tico, pero todavía parece pronto para plasmarlos.
Osael Maroto, nuevo jerarca de este ente, encargó al director deportivo de la FCRF, Claudio Vivas, la búsqueda de perfiles para escoger al nuevo entrenador de la selección mayor masculina, proceso que se hizo con calma y donde se exploraron muchos nombres.
Dicha escogencia se llegó a retrasar más de lo que estaba presupuestado pues Claudio Vivas deseaba tenerlo para finales de septiembre, incluso cuando parecía que Gustavo Alfaro no era el candidato principal.
Sin embargo, la decisión se atrasó, otros dijeron que no y fue cuando se recurrió a Gustavo Alfaro, el cual si tuvo interés por tomar el cargo y estaba dispuesto a adaptar sus pretensiones al presupuesto de la FCRF hasta llegar a un acuerdo para así llegar al país el 4 de noviembre y desde eso se puso a disposición de la selección incluso dejando ver que sí quería dirigir ante Panamá en los juegos del 16 y 20 de noviembre.
“Como técnico, desde que asumo, tomo la responsabilidad”, indicó en ese momento.
El técnico empezó trabajos pero apenas poco más de una semana en el país tuvo que hacer su primera convocatoria y días después jugar sus primeros partidos, los cuales terminaron con resultado de 0-3 en la ida y 3-1 en la vuelta, con esto Costa Rica queda eliminada del ‘Final Four’ de la Liga de Naciones y muchos se han planteado si estuvo bien la decisión de que Alfaro dirigiera estos partidos o si debía esperar y empezar a partir de finalizada la serie contra Panamá, esto porque apenas se está empapando del entorno, aunque él asegura que conoce a sus jugadores.
Para él no existía esta opción, quería tomar la responsabilidad y empezar su trabajo con los ticos al 100%.
“Yo le doy muchísimo mérito y tiene mucho valor el profe Alfaro por haber dirigido estos partidos. Es de un caballero lo que él hizo”, reconoció Francisco Calvo, defensa central de la selección y uno de los capitanes.
Por más buenas intenciones, los resultados no se consiguieron y ahora Costa Rica inició con el pie izquierdo un proceso que anhelan finalizar con éxito en el Mundial de 2026.
El propio timonel dejó en firme que esto no se trata de como inicia, en su presentación hizo una comparación de que la carrera no se gana en la primera curva, se gana cuando ondee la bandera de cuadros y ahora todas sus baterías irán dirigidas a crear un grupo homogéneo en fútbol y en comunión para empezar a cosechar resultados diferentes.
“¿Cómo lo vamos a solucionar? Con seguimiento, estando con los jugadores, vamos a ver si hacemos un partido amistoso en enero, dando planes de trabajo, algunas cuestiones físicas. Si quieren disparar contra mí, disparen, yo no tengo ningún problema. Yo sé la calidad humana y los jugadores que tengo que esto lo vamos a sacar adelante”, sentenció Gustavo Alfaro tras la segunda derrota.