El juego aplazado por la DANA en Valencia llevará a Vinícius de vuelta a Mestalla, donde vivió un lamentable episodio racista en 2023
MADRID -- El 21 de mayo de 2023 es una de las fechas más tristes en la historia de LaLiga. Aquel día, el árbitro interrumpió el partido tras señalar Vinícius Júnior conductas racistas de varios aficionados que estaban viendo el Valencia vs Real Madrid. Se montó un lío que terminó con la condena, en junio de 2024, de ocho meses prisión a tres aficionados.
Aquella tarde fue terrorífica para Vinícius Júnior. Fuentes de ESPN cercanas al jugador relatan que el astro brasileño lloró, se frustró y se apenó pensando en tantos y tantos capítulos racistas que no sólo él ha vivido en los campos de futbol, sino también muchas otros. Las mismas fuentes apuntan meses después de lo ocurrido a que uno de los pensamientos del atacante madridista fue hacia aquellas personas que sufren el racismo en el día a día y que nadie les ampara.
Lo que está claro es que aquel día marcó un antes y un después para el brasileño que, si nada falla, volverá a Mestalla esta semana para jugar el partido aplazado entre el Valencia y el Real Madrid. Por tanto, ¿qué ambiente se esperará contra el brasileño? Es la gran pregunta que muchos aficionados se hacen para empezar 2025.
Sinceramente, pocos saben qué puede ocurrir, pero la opinión generalizada es que será un partido normal que, lejos de la agresividad vista anteriormente, puede llegar a ser todo lo contrario. La situación ha cambiado y el Real Madrid ha sabido comportarse con el señorío del que presume la entidad que dirige Florentino Pérez.
Y es que el Madrid se ha comportado con Valencia y su gente de una forma extraordinaria tras los sucesos relacionados con la DANA de hace dos meses. Entonces, varias localidades de Valencia y miles de personas se vieron afectadas por unas riadas que, oficialmente, terminaron con la vida de 227 personas (de las cuales 7 fueron de Albacete y otra más de Andalucía). El Madrid tuvo un comportamiento exquisito desde entonces.
Primero en el partido contra Osasuna y días después en Champions League contra el AC Milan, los merengues homenajearon a las víctimas de la DANA y mandaron un mensaje de cariño y apoyo a toda Valencia: mosaico con la bandera valenciana, música emotiva y un aplauso generalizado emocionaron a muchos valencianos en uno de sus momentos más complicados.
Además, los blancos, que a través de su Fundación han hecho diversas campañas de apoyo a la zona, también invitaron a varias familias afectadas por las riadas de Valencia, Albacete y Andalucia a ver el partido entre el Real Madrid y el Getafe de diciembre, demostrando que los homenajes de noviembre no era una cosa aislada.
Uno de los últimos reportes de la prensa española es el que apunta, incluso, que por ese comportamiento el Valencia CF tendrá un pequeño homenaje a Florentino Pérez por el comportamiento de su club en esos momentos tan difíciles.
Por eso la opinión generalizada es que será un partido más donde el buen ambiente reinará sobre cualquier otra cosa. Además, la afición del Valencia siempre ha sido una afición ejemplar que pita y critica al rival, pero a la que no se le puede generalizar por el comportamiento de una minoría que no representa a nadie más que al odio y al racismo que podemos encontrar, desgraciadamente, en otras partes del mundo.
El propio Vinícius dio un mensaje de apoyo público desde sus redes sociales a los afectados por la DANA y lideró, según varios medios españoles, una donación del vestuario madridista para que las víctimas de la catástrofe tuvieran algo de ayuda por parte del equipo.
Que Mestalla presionará a su rival está claro. Que Mestalla apoyará a su equipo, también. Y más siendo los ché colistas de la tabla con una situación muy difícil. Pero de ahí a que el ambiente sea agresivo, como muchos apuntan o incluso parece que desean, no. Así se cree y así será. Porque España sigue inmersa en unas fechas especiales por la Navidad que, desgraciadamente para muchos, son las más tristes en décadas. Y el fútbol ha de estar por encima de cualquier capítulo pasado del que nadie se puede enorgullecer.