El Estadio Marcelo Bielsa aplaudió la acción del costarricense
En el minuto 82 del duelo entre Newell’s Old Boys y Huracán, el fútbol vivió una de esas escenas que no se planifican, pero que terminan robándose todos los reflectores.
Un niño, conmovido por la emoción, saltó al campo y corrió directo hacia una figura que admiraba desde la distancia: Keylor Navas.
Las cámaras captaron cómo, entre lágrimas, el pequeño se aferró al portero costarricense buscando un abrazo que significaba mucho más que un simple gesto.
Fiel a su esencia, Navas respondió con ternura.
No se limitó a una caricia rápida: lo abrazó con fuerza, le habló, lo tranquilizó y caminó junto a él hacia la banda, asegurándose de que estuviera bien antes de dejarlo en manos del personal de seguridad.
El resultado del partido —un 2-0 favorable a Newell’s— quedó rápidamente en segundo plano.
Newell’s llegará a la última jornada del Torneo de Apertura con la opción de poder clasificar a la siguiente fase, están a dos puntos de Estudiantes.