El técnico del Saprissa lanza mensaje sobre decisiones arbitrales y cuestiona la utilidad del VAR tras múltiples jugadas polémicas en contra del Monstruo
Paulo César Wanchope no se guardó nada. A pocos días del crucial partido de vuelta contra Herediano, el técnico del Deportivo Saprissa no solo habló de fútbol, sino que puso sobre la mesa una preocupación que ha rondado el camerino morado: las decisiones arbitrales y el manejo del VAR.
“Algo está pasando, no sabemos qué, pero algo está pasando”, lanzó Wanchope ante la consulta sobre las constantes faltas no sancionadas contra Kendall Waston, en especial durante acciones de táctica fija.
El técnico señaló con claridad que al defensor lo han sujetado, empujado y derribado sin que el árbitro ni el VAR intervengan. “Hay algo extraño, no sé qué es, y no me corresponde investigarlo”, insistió.
El enojo de “Chope” no es nuevo, pero sí más frontal. Recordó también un penal no revisado en el partido contra Santos en Guápiles, donde a su criterio hubo un empujón claro sobre Orlando Sinclair. “Nadie lo habló, nadie lo revisó. Yo me concentro en lo mío, que es entrenar, pero ustedes (la prensa) también lo ven”, dijo, con tono serio.
Además, Wanchope cuestionó directamente la inversión hecha en el sistema de videoarbitraje.
“Se hizo un esfuerzo para tener VAR, pero no se utiliza como debería. Yo hubiera preferido que ese dinero se invirtiera en la formación de jóvenes en equipos como Limón, Pérez Zeledón, entre otros. Nos haría crecer más como liga”, señaló.
El timonel morado también valoró los recientes comentarios del exportero Erick Lonis, quien apuntó a una falta de criterio al momento de sancionar acciones sobre Waston.
“Qué bueno que alguien más lo nota. Nosotros como entrenadores debemos capacitarnos, crecer. El arbitraje también debe superarse”, recalcó.
Wanchope remató su intervención recordando que en el fútbol moderno no se permiten los agarres ni los bloqueos dentro del área.
“Eso no se puede hacer, pero acá todavía se permite. No sé si los árbitros se preocupan. Yo cuando las cosas no salen bien, me voy a mi casa y me hago autocrítica. No sé si ellos lo hacen”.
Este miércoles en el Ricardo Saprissa se jugará más que un boleto a la final: se medirá también el temple del arbitraje costarricense bajo los reflectores del VAR y la presión de los protagonistas.