Era el 22 de octubre de 2002, el Real Madrid recibía al AEK de Atenas en el estadio Santiago Bernabéu para disputar el partido correspondiente a fase de grupos de la UEFA Champions League, los merengues con todo su poderío, debían dejar buenas sensaciones en casa.
Dentro de la alineación madridista figuraban nombres como el de Iker Casillas, Roberto Carlos, Fernando Hierro, Guti y Ronaldo; no obstante, dentro del plantel griego había un costarricense, y quien esa noche marcaría su carrera futbolística para siempre: Walter Centeno Corea.
El Real Madrid estaba arriba en el marcador (2-1), pero cuando el cronómetro marcaba los 86 minutos, Centeno siguió de cerca la jugada que comenzó un compañero por la banda derecha, el cual logró despejarse de la marca de Hierro; centró la pelota y el tico estaba bien posicionado, para así enviar el balón hasta el fondo de la red de Casillas.
Fue como un milagro lo que significó ese tanto del AEK de Atenas conducido por los pies de Walter Centeno, quien se convirtió en el primer futbolista costarricense en anotar en un partido de Champions League y el cuarto de su país en anotarle al club blanco, pues anteriormente lo consiguieron: Alejandro Morera Soto, Juan Ulloa y Marvin Rodríguez.
Precisamente, este miércoles fue uno de esos días para recordar esas sensaciones después de anotarle al Real Madrid en Champions League. Centeno, quien hoy funge como entrenador del Deportivo Saprissa, resaltó que fue algo soñado y un inolvidable momento.
“Fue un gol soñado, yo siempre quería jugar en ese equipo o bien jugar contra ellos. Por dicha se me presentó la oportunidad. Fue un momento inolvidable que me marcó tanto como futbolista y como persona. Eso también sirvió como parámetro para que la gente se identificara con esa hazaña, es parte del trabajo de muchos años siendo profesional”; contó Centeno a la periodista Mónica Boza, en un Facebook Live del Deportivo Saprissa.
“Cuando se hace el gol no se siente nada porque uno está jugando y se está caliente, pero ya cuando se llega al camerino se reciben las felicitaciones. El sentimiento llegó cuando iba a dormir. Mauricio Wright (ex jugador tico y ex compañero de Centeno) me preguntó si dimensionaba lo que hice y ahí empecé a sentir en lo que significa eso, hasta lloré en la oscuridad. Solo Dios sabía de lo que había pasado antes de ese juego”; agregó.
En otros temas, Centeno ha contado lo que para él significa ser uno de los ídolos que tiene la afición del Saprissa, aunque fue sincero al afirmar que es una ardua tarea por el nivel de responsabilidad que debe tener y por las cosas que llegó a sacrificar.
“Se siente presión porque es un gran compromiso. Desde el momento que uno se pone la camiseta de Saprissa es una presión que no se quita, estás en el foco de todos, te cuestionan o te alaban. Yo trataba de concentrarse porque sabia que la afición esperaba mucho de mí. No fue fácil perder la vida normal y algunas facetas, pero valió la pena y le agradezco a la afición por todo el respaldo que me han dado”; opinó.
También se deshizo en elogios a la institución del Deportivo Saprissa, la cual cataloga como su “universidad” por todo el aprendizaje que le dio en su etapa como futbolista y por las herramientas que le han brindado en su etapa como entrenador para así poder superarse.
“Saprissa es mi universidad, el lugar que me educó, me enseñó a disciplinarme y a comportarme, a hablar y no hablar, me catapultó y pude viajar gracias a ellos. Es toda una vida para mí, representa más que una familia. Se debe adquirir un compromiso de corazón ante una institución tan exigente, donde te dicen que sos el mejor, pero no se puede perder. Lo que más aprendí fue luchar contra la adversidad”; dijo.
Por último, “Paté” reveló que sus claves para haber tenido tanto éxito con el Deportivo Saprissa es tener “disciplina, constancia y perseverar siempre”.