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Rafael Núñez combina su amor por el fútbol con la pesca costera

Su infancia estuvo rodeada de la playa, el sonido del mar, la pesca y las embarcaciones, pero en su hogar no podía faltar un balón y buenos amigos para pasar largas horas jugando con ellos, conforme fue creciendo se dio cuenta que su sueño era ser futbolista y la vida lo catapultó a la Primera División del fútbol costarricense años más tarde.

Rafael Núñez, futbolista costarricense de Jicaral Sercoba, conversó con ESPN para relatar su historia de cómo llegó a los terrenos de juego. Hoy es una pieza esencial dentro del cuadro jicaraleño, pero en su camino hubo complicados obstáculos que debió superar para lograrlo.

"Soy oriundo de Playa Tambor, Puntarenas, siempre fui muy apasionado por el fútbol, pero años más tarde, buscando la adolescencia, empecé a jugar con mis amigos en la playa y ahí tuve mi mayor formación. Eran partidos muy largos, jugaba con la mayoría de mis tíos y primos. Eran reñidas y muy disputadas, hasta discusiones teníamos. Había que adaptarse a las mareas. La población de Tambor en su mayoría son pescadores, se apuntaban con nosotros y fue un tiempo muy lindo", contó Núñez.

Sus primeras armas como futbolista las realizó en el antiguo equipo del Municipal Puntarenas, a partir de ahí lo seleccionaron en el alto rendimiento; sin embargo, después tuvo algunos giros que lo llevaron hasta las filas del Herediano por un tiempo y fue hasta el 2005 que logró debutar en la máxima categoría, pero con los puntarenenses.

"Estuve un tiempo en equipos regionales, luego pasé al Municipal Puntarenas en el último año que estuvo en Primera División, me seleccionaron para el alto rendimiento y después pasamos a la segunda división. Sentía que no avanzaba y un amigo [César Carillo] me ayudó a llegar a ligas menores de Herediano por seis meses. Santa Bárbara vendió su franquicia a Puntarenas FC, algunas personas me conocían y de ahí pedí una oportunidad", explicó.

"El entrenador de ese momento me dijo que me quedara en la Segunda División mientras encontraba un espacio para mí y es hasta el otro torneo que me dan la oportunidad de formar parte del equipo en el 2004 y ahí comenzó mi trayectoria. Debuté en el 2005 y pasé alrededor de 11 años en ese equipo. Tuve bastante participación y recuerdo con mucho cariño ese último logro trascendental [ganar la UNCAF]", agregó.

A sus 36 años es fiel testigo del sabor amargo que hay en sufrir un descenso, pues él tuvo esa lamentable experiencia con Puntarenas FC y también con el Municipal Liberia, equipo en donde también militó por un tiempo. Esos episodios los recuerda como si fuese ayer, aunque le ayudaron a madurar y valorar mejor las cosas.

"Fue una decepción muy grande y un fuerte golpe. El primero con Puntarenas FC fue más doloroso porque es el equipo donde he estado por más años y he sido hincha. Recuerdo que esa noche me quedé sentado en una silla, en realidad no pude dormir, pero con el tiempo lo fui superando. Igual en con Liberia, me dolió mucho, pero ahí se juntaron muchas cosas. Habíamos salvado el descenso en dos ocasiones, aunque costó corregir algunos aspectos [económicos y administrativos)] que también influyeron", contó.

Tiempo después, la vida le abriría las puertas en el balompié internacional al oriundo de Playa Tambor, era un sueño para él representar a Costa Rica en otro país; no obstante, conforme avanzaron las semanas, entendió que no estaba en buen lugar que pudiera beneficiarlo a él y a su familia.

"Tengo un amigo en Guatemala que me ayudó a llegar a un equipo de Segunda División, fui con mi familia y la verdad fue una linda experiencia. Creo que en lo deportivo me fue bien, cumplí con las expectativas, pero las metas grupales no se cumplieron. Hubo problemas económicos, tenía contrato por un año, pero tontera estar largo sin tener esa remuneración económica", destacó.

Entre el dolor de la frustración ante ese tipo de episodios, una llamada proveniente desde Jicaral, Puntarenas, daría color a sus días: lo llamaran para que formara parte del equipo y ayudar en la lucha del ascenso a la Primera División.

"Fue a finales de diciembre de 2018 y ahí el profesor, Erick Rodríguez, me plantea la opción de ir a Jicaral, tenía conocimiento sobre eso, entonces era importante tener esa estabilidad, por eso decidí emprender ese viaje y ha sido un año y medio muy especial. Uno se vuelve más romántico conforme pasan los años y creo que todo este tiempo ha sido muy especial para mí porque hemos venido de abajo a ser protagonistas. La administración es bien seria y es un gran equipo", indicó.

Jicaral Sercoba fue el último equipo que ascendió a la Primera División del campeonato costarricense, pasó mucho tiempo para que lo lograran, por eso ahora Rafael Núñez confesó que esas hazañas las aprendió a valorar porque antes tenía otro tipo de concepto con respecto a los clubes que lo lograban.

"En algún momento de mi carrera menosprecié un ascenso, pero el hecho de haberlo experimentado con Jicaral y ver lo que cuesta, aprendí a verlo desde otra perspectiva. Me dije a mí mismo que nunca más menospreciaría algo así. Cuando uno juega en Primera División y ve que otro equipo asciende, tal vez no se les toma el valor de lo que ellos están haciendo. Cuando ya se vive en carne propia y saber lo que cuesta, se valoran las cosas", reveló.

Núñez, por su parte, combina su pasión por el fútbol con la pesca, a la cual cataloga como "su segundo deporte favorito", incluso se dejó decir que ya le está enseñando a su hijo para que siga sus pasos entonces cada vez que tiene algún tiempo libre no duda en tomar sus redes e irse a las aguas.

"Es mi segundo deporte favorito y lo hice también como forma de trabajo cuando salí de la escuela porque yo no fui al colegio. No era el más diestro, pero debía hacerlo. Cuando comencé a jugar no pude hacerlo más, ahora cada vez que tengo la oportunidad voy con mi hijo para enseñarle. Es muy relativo, debe ser muy de madrugada o practico pesca costera, como en Puntarenas o en la boca del río Barranca. Todo depende de las mareas y las fases de las lunas", resaltó.

Por último, el defensor central del equipo jicaraleño tiene como sueño "jugar en una liga competitiva en el fútbol internacional, aunque en realidad me siento conforme con el esfuerzo que he hecho". Además, manifestó que "me faltó creer un poco más, pero si tengo que decir algo positivo de mí, es la dedicación que he tenido en esta profesión tan linda".