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Alajuelense mostró todo su coraje y se despide de Concachampions con dignidad

Los ticos lo dieron todo en la cancha pero aun así extrañaron a sus principales figuras que no pudieron viajar por fallos administrativos

Alajuelense terminó su participación en la Liga de Campeones de CONCACAF con dignidad al haber cerrado la vuelta contra Atlanta United con otra derrota de 1-0 en un compromiso donde llegaron a jugar con 16 futbolistas debido a ausencias forzadas.

Los rojinegros saltaron al terreno de juego con un once inicial repleto de variantes obligadas en búsqueda del milagro ante el Atlanta United. La táctica de Andrés Carevic apuntó a resguardar bien su parte baja y ser peligroso en las transiciones en el ataque.

Los liguistas no tuvieron problema en ceder el balón en control del conjunto norteamericano y se avocaron a cerrar sus filas para mantener el peligro alejado de su portería.

En el medio de la cancha estaban trabajando a tiempo completo Bernald Alfaro, José Miguel Cubero y Brandon Aguilera en generar ofensiva pero les era bastante difícil ya que los rivales estaban teniendo un buen control de la pelota, se la pasaban de un lado para otro pero no encontraban campo para atentar contra Mauricio Vargas, quien tuvo la misión de defender la posición de Leonel Moreira, uno de los muchos ausentes de Alajuelense.

Con el paso de los minutos, los erizos se fueron sintiendo más cómodos en la cancha y empezaron a tener oportunidades que no fueron del todo claras, tuvieron unos tiros libres y tiros de esquina que no conectaron con un cabeceador preciso así como jugadas rápidas donde Alonso Martínez no estuvo claro para sacar un buen remate como en un momento que le robó la pelota al portero Rocco Ríos en una mala salida pero no pudo sacar un buen tiro.

En el complemento los amos y señores en posesión fueron los jugadores del Atlanta United. Comenzaron a buscar opciones y rápidamente encontraron dos oportunidades, la primera cayó al 52’ con una jugada individual de Marcelino Moreno, el cual se infiltró en diagonal por sector izquierdo, sacó la marca de José Andrés Salvatierra y lanzó un remate colocado que fue despejado oportunamente por el portero Mauricio Vargas y en la jugada siguiente de tiro de esquina los locales la estrellaron en el palo.

Tan solo un minuto después los visitantes respondieron con un tiro de Alonso Martínez de pierna izquierda que se fue ligeramente desviado sobre el costado derecho del arquero.

Los liguistas se dedicaron a soportar en defensa ante los de casa que empezaron a empujar más por el gol con el ingreso de Jurgen Damm y Lisandro López pero no encontraban la llave que abriera el duelo. Ezequiel Barco y Damm lo intentaron desde larga distancia pero sus intentos fueron controlados por el portero Vargas sin mucho problema.

En ofensiva era poco lo que Alajuelense podía hacer, sus jugadores tenían que hacer grandes desplazamientos para acercarse a territorio enemigo y las piernas les comenzaron a pesar, lo cual le servía Atlanta que así no veía comprometido su boleto a cuartos de final.

Los manudos tuvieron pocas oportunidades pero estuvieron muy cerca sobre 81 minutos cuando el juvenil Aaron Suárez envió un pase a profundidad a Jurguens Montenegro a la espalda de la defensa para Jurguens Montenegro quien no pudo tocar el balón y el portero Ríos Novo apenas pudo intervenir, ahí dejó ir el empate Alajuelense y luego todo se vino abajo en el tiempo de descuento cuando Ezequiel Barco se escapó dejando a toda la defensa atrás y le sirvió el balón en bandeja de plata a Damm que sentenció el partido.

Los ticos murieron de pie en esta serie donde se vieron afectados por errores administrativos que no permitieron a seis jugadores viajar a suelo estadounidense y lo terminaron lamentando pues muchos terminaron con sensaciones de que era una serie en la que tenían el potencial de ganar.