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"Me quedé hasta que se fue toda la gente", mamá de Gerald Taylor salió conmovida de La Cueva

El joven defensor morado tuvo una noche muy especial al poder ver a su mamá en las gradas

La historia de Aida Dosman causó un gran impacto en todo el entorno del Deportivo Saprissa y cómo ella pudo asistir este miércoles por primera vez al estadio morado para ver jugar a su hijo, Gerald Taylor en un partido tan importante ante los Pumas de la UNAM.

Desde un día antes, todos estaban pendientes de que ella pudiera cumplir un sueño de ver a su hijo en un evento de tal magnitud pues Gerald hasta ahora viene recibiendo oportunidad en el primer equipo morado y nunca antes había tenido la oportunidad de verlo en el campo.

La situación no era del todo sencilla, al residir en una localidad alejada de San José (Manzanillo, Limón) junto con el precio de las entradas, Dosman había descartado la posibilidad de ir a ver el encuentro entre morados y universitarios, pero el reportero Carlos Serrano publicó la situación en redes sociales y el presidente del Saprissa, Juan Carlos Rojas respondió otorgándole un campo.

ESPN contactó con Aida Dosman luego de vivir esta experiencia y dio todos los detalles de las sensaciones que le invadieron al poder ver a Gerald Taylor ante Pumas, lo que significó un momento muy especial para ambos.

“Muy emocionante, muy bonito, la gente gritaba mucho el nombre de Gerald Taylor, gritaban ‘Taylor, Taylor’. Fue la primera vez que voy al estadio donde juega mi hijo y fue súper bonito, me encantó”, dijo Dosman.

Momentos antes de que empezara el partido, doña Aida estaba sentada distraída y Gerald apareció por sorpresa, ahí se abrazaron en un momento muy emotivo y ella le dio un consejo a su retoño.

“Yo le dije, cuando yo lo abracé le deje ‘dele duro a los mexicanos’ y me dijo ‘en esas voy’”, agregó con buen humor.

Al final, doña Aida Dosman vivió una noche increíble, pudo ver a su hijo en vivo y a todo color desde las gradas del Estadio Ricardo Saprissa, pudo compartir con él durante unos segundos y ahora este jueves se marchó hacia Manzanillo con una enorme satisfacción, de esas que son difíciles de describir.

“Yo me quede en el estadio hasta que se fue toda la gente, a Gerald lo tuve que ver cuando salió del camerino pero porque no dejaban que entráramos, pero igual pudimos sacar unas fotos en el estadio. Ahí en el estadio nos regalaron una camisa”, indicó.

El saprissismo pasó pendiente de que esta historia tuviera un final feliz y vaya que lo tuvo, una mamá pudo disfrutar en primera fila del equipo más ganador de Costa Rica, mientras su hijo estaba en el campo dejando todo por la camiseta y su familia.