La Liga perdió 1 – 2 ante el Plaza Amador y en Alajuelense pedirán explicaciones al delantero tras recriminarle a la afición con su gesto
La dolorosa caída de Alajuelense ante el Plaza Amador de Panamá no solo significó el fin de un invicto de 20 partidos en torneos internacionales. También dejó abiertas varias interrogantes dentro del camerino rojinegro, una de ellas: la polémica celebración de Jonathan Moya tras su anotación.
Moya, quien abrió el marcador en el Morera Soto con un cabezazo al 39’, no lo celebró como cualquier gol. Mandó a callar a la grada manuda, un gesto que encendió la discusión entre aficionados, cuerpo técnico y medios. El propio entrenador Óscar Ramírez fue consultado por la acción y adelantó que el tema será analizado internamente.
“Es un tema complejo. Me parece que hay un arrastre de alguna situación que la gente maneja. Es difícil para él como jugador. Nosotros nos debemos a la gente, eso hay que entenderlo. En este caso voy a mirar y después hablaré con él cualquier situación”, afirmó el Machillo.
El gesto de Moya no pasó desapercibido en medio de una noche negra para la Liga, donde los errores propios pesaron más que los aciertos. Un mal pase de Aarón Salazar derivó en el empate panameño al minuto 73, y cuando todo parecía cerrarse con tablas, llegó el golpe definitivo en el 90+4’, con el 2-1 firmado por Everardo Rose.
Por su parte, el capitán Celso Borges no sabía que Jonathan Moya había mandado a callar a la afición, se lo tomó por sorpresa, sin embargo, dijo que el ariete aporta considerablemente en muchos apartados en el ataque como pivotear, y definir.
Además del trago amargo por el resultado, Ramírez fue claro al señalar que la falta de contundencia volvió a pasar factura. La Liga generó varias opciones claras, pero no supo aprovecharlas.
“Tuvimos unos tres mano a mano con mucha posibilidad para sellar el partido con un 2-0 y hacerlo más accesible. Desgraciadamente, no tuvimos la parte esa de terminar bien la jugada”, lamentó el estratega.
Con apenas dos fichajes para este semestre, el técnico no ocultó que podría ser momento de reforzarse mejor. “Será hablarlo con don Carlos (Vela) y ver. Yo creo que todavía nos alcanza para movernos un poquito y ver esto, porque el tema de la contundencia es vital”, reconoció.
A la derrota se suman las preocupaciones físicas de jugadores claves como Celso Borges y Creichel Pérez, quienes salieron con molestias. Ramírez no descarta que jóvenes tengan que dar un paso al frente en los próximos compromisos.
Sobre el camerino, el técnico afirmó que ya estaban preparados para un arranque difícil y que se trataba de un partido clave para medir la capacidad de reacción del grupo.
“Sabíamos que el arranque sería difícil y debíamos ser inteligentes. Este partido era para medir cómo lo podíamos manejar. Al final intentamos con velocidad, pero la contundencia del rival nos pasó factura”, explicó.
