Óscar Zambrano es una de las joyas de Liga de Quito y que tiene a los albos sonrientes. Hace mucho que no surgía un jugador de su cantera que despierte tanto interés y que desde el extranjero ya comenzaron a preguntar por él.
Con 19 años, Zambrano encontró un lugar en el equipo principal de Liga de Quito. Desde su debut con el interino Édison Méndez en 2022, se convirtió en una especie de comodín y con la llegada de Luis Zubeldía también tuvo presencia, aunque no siempre jugaba.
El oriundo de Santo Domingo, la misma ciudad donde nació Moisés Caicedo. Fueron incluso a la misma escuela donde empezó el hoy jugador del Brighton y coincidieron en algunas prácticas. Con eso en común, en lo futbolístico ambos son talentos similares. Juegan en la misma posición, tienen un buen pase corto y largo, luchan en la recuperación y son prácticamente incansables.
No por nada Zambrano se ve reflejado en Andrés Iniesta y Sergio Busquets, dos de sus referentes y que fueron claves para el Barcelona y la selección española. Precisamente el Barça aparece como uno de los interesados en ficharlo, según se ha reportado.
La técnica pulida de Zambrano la ha aprovechado Liga. Le brinda seguridad con su marca y además da un gran aporte con su pase al pie. La pegada de media distancia es otra de sus cualidades.
Zambrano se quedó con ganas de festejar el que habría sido el gol del Mundial sub 20, cuando por poco anotó un golazo desde atrás de mediocampo, que superó al arquero de Eslovaquia, pero pegó en el horizontal: “Antes de recibir el balón ya lo había visto al arquero. Le pegué fuerte, pero no entró. Incluso ya estaba saliendo a festejar”, dijo en una entrevista con Primicias.
El DT Miguel Bravo fue el que le recordó esa fortaleza y le dijo que lo intente, algo que estuvo cerca de concretarse. En Liga disputa un lugar con los argentinos Mauricio Martínez y Ezequiel Piovi. Pero cuando ha jugado ha firmado partidos buenos y ha mantenido esa regularidad.
Tras el Mundial sub 20 y su experiencia con Liga ya en torneos internacionales, Zambrano apunta a una segunda etapa consagratoria. No se apura por salir de los albos, pero los ojos de varios equipos ya están sobre él.