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Andreas Christensen, séptimo danés en el Barcelona, ante un difícil reto

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BARCELONA -- Andreas Christensen, presentado este jueves en la Ciudad Deportiva, recibió el visto bueno unánime de la parcela deportiva del Barcelona en cuanto se conoció la posibilidad de su fichaje.

El central danés decidió no renovar por el Chelsea al contemplar que su figura no era indiscutible en los planes de Thomas Tuchel y la última semana de febrero aceptó la propuesta azulgrana. Pero si la competencia en Stamford Bridge era dura... más aún se adivina en el Camp Nou.

El reto al que se enfrenta Christensen en Barcelona es superlativo. No solo se trata de acabar con la maldición que parece perseguir a los centrales que han ido llegando al club en la última década sino, también, ganarse el puesto, en competencia con Ronald Araújo, Gerard Piqué, Eric García y, probablemente, Jules Koundé. Y eso dando por hechas las salidas de Samuel Umtiti, Clement Lenglet y Oscar Mingueza.

Jugador de excelente colocación, buen trato de balón e inteligencia táctica, debutó con 18 años en el primer equipo del Chelsea en un partido de Copa de la Liga frente a un rival menor meses antes de que contra el Sunderland disfrutase de su estreno en Premier, antes de irse cedido, y ganarse el respeto para volver, al Borussia Mönchengladbach, donde disfrutó de dos grandes temporadas para hacerse con un puesto, ya en la temporada 2017-18, en el primer equipo blue.

Creció y aprendió a la sombra de John Terry y David Luiz y su carácter introvertido es tal que ni se ha molestado en salir a dar explicaciones públicas cuando se le ha acusado de no saber gestionar la ansiedad, algo que se rechaza en Dinamarca. Lo cierto es que este último curso su protagonismo quedó lejos de lo esperado a la sombra de Antonio Rudiger, Thiago Silva y César Azpilicueta, aventurándose que en el Barça no va a encontrarse un camino de rosas.

SÉPTIMO DANÉS
Christensen será el séptimo futbolista danés en la historia del Barça, aunque de sus predecesores solamente dos, Allan Simonsen y Michael Laudrup, dejaron huella en el club azulgrana. Thomas Christiansen, Ronnie Ekelund, Sebastián Herrera y Martin Braithwaite completan la lista.

El primero en llegar fue Allan Simonsen, Balón de Oro en 1977 y triple campeón de la Bundesliga con el Borussia Mönchengladbach, por el menudo extremo danés el Barça pagó en el verano de 1979 un traspaso de 700 mil dólares y conquistó una Copa del Rey y una Recopa como azulgrana, permaneciendo en el club hasta 1982, cuando fue sustituido por Diego Armando Maradona. Conocido como Simonet, marcó 49 goles en los 129 partidos oficiales disputados con el Barça hasta marchar al Charlton de Inglaterra.

Michael Laudrup fue el siguiente. Tras un paso irregular por la Juventus, Johan Cruyff apostó personalmente por él para ocupar la plaza de extranjero de Lineker, pagando el Barça 3.5 millones de dólares de traspaso en el verano de 1989. Su primer curso fue discreto... Los cuatro siguientes soberbios, como parte indiscutible del legendario Dream Team, con el que conquistó once trofeos y marcó 59 goles en 229 partidos oficiales. Hasta que su desencuentro con Cruyff le llevó a marcharse, al acabar contrato, al Real Madrid.

Canterano del Barça desde categoría alevín, el defensa Sebastián Herrera, hijo de emigrantes españoles, había nacido en Copenhague y vivido sus primeros años de infancia en Dinamarca antes de volver la familia a Barcelona. Fue ascendiendo en todas las categorías del futbol base azulgrana hasta que en diciembre de 1990 Johan Cruyff le dio el espaldarazo en la Supercopa de España frente al Real Madrid en el Camp Nou, completando un muy buen partido como central ante Hugo Sánchez. Le faltó continuidad y al acabar aquel curso fue cedido al Mallorca.

Durante aquella etapa, en 1991, llegó el hoy seleccionador de Panamá y entonces un joven Thomas Christiansen, de 18 años y considerado una promesa de futuro. Su impacto en el equipo filial fue magnífico, hasta el punto de llegar a debutar con la selección española (tenía la doble nacionalidad) sin hacerlo aún en el primer equipo del Barça. En la temporada 1992-93 jugó un partido de Supercopa de Europa ante el Werder Bremen y otro de Copa frente al Atlético de Madrid, enlazando posteriormente diversas cesiones hasta desligarse del club en 1996.

También fue una apuesta de futuro, sin resultado, Ronnie Ekelund, llegado en 1992 y que llegó a disputar tres partidos solamente en el primer equipo: uno de Supercopa, otro de Copa y uno último de Liga. Cedido al Southampton y fichado después por el Manchester City, en 2001 fichó por el San Jose Earthquakes de la MLS, con el que conquistó en dos ocasiones la MLS Cup convertido en uno de sus jugadores más destacados, formando parte del Once ideal de la Liga en 2002 y retirándose en 2004.

El último de la lista tampoco ha disfrutado del éxito como azulgrana. Martin Braithwaite llegó al club en febrero de 2020, procedente del Leganés y por 18 millones de euros para ocupar el puesto del entonces lesionado Luis Suárez. Su rendimiento ha sido escaso y aunque mantiene contrato hasta 2024 el club le busca una salida, después de haber marcado diez goles en 58 partidos.