Por mucho que se quiera disimular, los actos son los que hablan por uno. Ni en la actual época en la que vivimos -la del discurso preparado y cuidado al mínimo detalle-, hay cosas que se pueden disimular. Eden Hazard ha resultado ser una inversión ruinosa para el Real Madrid y, lo peor, no hay visos para su solución en un futuro a corto plazo.
El Real Madrid no jugó su partido más brillante contra Osasuna. Para nada. Nervioso y algo precipitado en ataque, el equipo de Ancelotti perdió el hilo del partido en una segunda mitad en la que las circunstancias le favorecieron: jugó el último tramo contra 10 jugadores tras la expulsión de David García, tuvo un penalti a favor que falló Benzema y le anularon un gol.
Y ahí, en esa segunda parte en la que más espacios se necesitaban generar ante el planteamiento osasunista es cuando Hazard vio frustrada, de nuevo, su entrada en el terreno de juego: cero minutos disputados. Y, lo que es peor, Mariano siendo una opción por delante de él.
Cuentan que el jugador sigue animado y empeñado en quitar la razón a los pocos minutos que le da su entrenador. Dicen que tiene una actitud exquisita en los entrenamientos. Además, dicen de él que es alguien importante en el vestuario por su forma de ser, muy abierta y positiva. Sin embargo, el jugador que llegó para ser una estrella diferencial jugó cero minutos contra Osasuna.
Y no es algo nuevo: 16, 14 y 18 es el número de los partidos que Hazard ha jugado en liga en los últimos tres años. Oportunidades le han dado, pero algo falla. Al principio se le acusó de que llegaba de vacaciones con sobrepeso; más tarde, que no se había recuperado bien de la lesión; ahora, que no tiene continuidad. Hazard tiene que saber que el Real Madrid no espera por ningún jugador, sea canterano o fichaje, y quien quiera jugar tiene que tirar la puerta del vestuario de una patada. Personalidad, competitividad y triunfos. Eso es el Real Madrid y eso es lo que el club espera del belga.
Está por ver si Ancelotti le da más opciones en el apretado calendario que tiene por delante hasta el parón del Mundial. Por delante quedan 11 partidos en los que habrá rotaciones, no queda otra, y donde Hazard tiene que dar un paso adelante. El mercado de pases está cerca y el Madrid empezaría a valorar una posible salida si llegan ofertas por el internacional por Bélgica. Las dos partes están abocadas a una solución. Los blancos, por amortiguar de alguna manera el salario del atacante; el jugador, por demostrar que aún tiene fútbol en sus botas.