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Real Madrid le dio un baño de realidad al Barcelona

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¿Real Madrid es claro favorito para El Clásico tras lo demostrado por el 'Barca' en UCL? (2:31)

Desde España, Moisés Llorens y Adal Franco acompañan el análisis para el partido más importante de LaLiga. (2:31)

BARCELONA -- El Barcelona está en un momento delicado, difícil y, sin ser dramático, preocupante. Reconoció Xavi en la víspera que el Clásico era un partido que le ponía cachondo, "no es quizá la palabra adecuada pero sí, está bien porque es uno de esos partidos que siempre me gusta jugar", pero pareció que a casi ninguno de sus futbolistas le contagió ese ánimo, ganas y rebelión.

Le atropelló casi sin pretenderlo el Real Madrid porque el Barça fue un equipo muy plano, previsible, lento y sin rabia. El 2-0 del descanso mostró a dos equipos diametralmente distintos. Uno que jugaba como quería y el otro que quería pero no jugaba. No jugó a casi nada el Barça durante la primera mitad y quizá, por una vez, debiera ponerse el foco más en los jugadores que en el entrenador, que sin hacer ningún invento les trasladó la responsabilidad de reivindicarse sin que surtiera ningún efecto.

Busquets, a quien Kroos pasó por encima y Modric poco menos que ridiculizó, fue una triste figura que apenas tocó el balón sin responsabilidad ninguna, se dejó caer al mínimo impacto consciente de su falta de punch y, defensivamente, no llegó a ningún lado. Su derrumbe arrastró a Pedri y provocó que De Jong no pudiera hacerse notar.

También, claro, porque delante de todos ellos Dembélé mantenía su carácter tan imprevisible como anárquico y Raphinha seguía sin mostrar lo que de él se espera. Siendo todo ello un drama, la herida sangró por donde más se temía: la banda de Vinicius.

No fue el horror que probablemente muchos quisieran hacer ver porque cuando mantuvo la posición estuvo acertado, pero a la que se fue arriba y tuvo que recuperar la posición ni tuvo la potencia necesaria, ni el fondo ni, ojo, la ayuda imprescindible de aquel Busquets que pasa de imperial a sobrepasado.

¿Qué necesita este Barça? Necesita piernas frescas, intensidad, fondo y también vértigo. No puede escudarse simplemente en el adn y el juego de posición y de combinación... Debe dar un paso al frente y refrescarse como demostró en la recta final, en la que llegó a salvar los muebles, la cara y las costuras.

El orgullo de Gavi, la rebelión de Ansu, el atrevimiento, con o sin errores, de Ferran Torres. Fueron esos tres jugadores los que dejaron señalados a quienes sustituyeron y mostraron que el Barça tiene miembres, sí, probablemente más de los que ahora, en momento de crítica despiadada, se pueda querer ver.

Pero necesita el atrevimiento de su entrenador en cambiar el chip, variar el orden establecido en el vestuario y dar un paso al frente. El Madrid le dio un baño de realidad... Y agarrándose a esa realidad debería el Barcelona renacer y recuperar el ánimo. Que lo necesitará.