El Barcelona se irá líder al parón por el Mundial después de sobrevivir en Pamplona y conseguir, con inferioridad numérica, una victoria (1-2) tan solvente como merecida, conquistada en una segunda mitad muy notable que comenzó con el golazo de Pedri y terminó con otro golazo, de Raphinha, que remontaron el inicial, protestado, de David García.
El equipo de Xavi sufrió, y disfrutó, de un partido tan exigente como difícil en El Sadar. Alucinado de entrada al ver como el árbitro no quería saber nada de las protestas de sus jugadores en el inicial gol de David García, aprovechando un empujón claro de Unai a Marcos Alonso, sufrió durante una primera mitad en la que apenas le salió nada y que terminó ya en inferioridad por la expulsión de Lewandowski.
Le salvó de las urgencias Pedri al inicio de la segunda mitad, con un golazo que dio paso a una imagen totalmente distinta del Barça respecto a los primeros 45 minutos. A pesar de jugar con un futbolista menos, la precisión de Frenkie de Jong y el ánimo del propio Pedri le dieron alas al conjunto azulgrana, consciente de que una victoria significaría un golpe de mando ante un rival tan fuerte físicamente como 'contestón' hasta que tuvo que rendirse a la superioridad del grupo de Xavi.
Fue una noche para olvidar de Lewandowski, que sufrió la segunda expulsión de su carrera deportiva, pero, a la vez, para recordar por la insistencia del Barça, por no venirse nunca abajo y buscar hasta la extenuación una victoria que marca distancias en este final de tramo de la temporada.
Una victoria de las que, seguramente, se podrá hablar al acabar el curso.