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Barcelona saborea LaLiga y mantiene su paso firme

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Barcelona pierde a Pedri, y sus goles, por una lesión el recto anterior del muslo derecho (1:01)

El canario, que suma 21 juegos y seis goles en LaLiga, sufrió la lesión en el juego del jueves ante Manchester United por la Europa League. Se estima que el jugador esté un mes de baja. (1:01)

BARCELONA -- El Barcelona mantiene el tipo y el ritmo. LaLiga sigue siendo su asignatura principal y con más tesón que brillantez sentenció al Cádiz en un abrir y cerrar de ojos, rozándose el descanso y cuando entre los más de 72 mil hinchas que acudieron al Camp Nou empezaban a impacientarse.

Pero los nervios que se adivinaban ya en la grada no existieron en el césped. Allí el Barça ejercía de líder, con paciencia y convencimiento, sin dejarse llevar por la impaciencia y seguro de que la resistencia del Cádiz, que en las dos últimas temporadas se llevó empate y victoria del coliseo azulgrana, acabaría por ceder a su dominio.

Si el Madrid ganó, sufriendo, en Pamplona a Osasuna, la respuesta del Barça no se hizo esperar. El Real juega con urgencia en la Liga, lastrado por sus errores y pendiente de un líder que cree en si mismo. Y que llegándose al mes de marzo puede empezar a entender que el título está en sus manos.

Cambiando el dibujo pero manteniendo la idea, Xavi metió mano al once, tan obligado por las ausencias (Pedri lesionado y Araújo sancionado) como convencido de dar minutos a secundarios que podrían comenzar a verse como simples recursos. Volvió Èric García, se juntaron arriba Ferran Torres y Ansu Fati y entró en el mediocampo Sergi Roberto. Dispuesto un 4-3-3, el mando fue del Barça. Siempre.

Y cuando el Cádiz, con un esquema muy defensivo, quiso sorprenderle a la carrera allí se encontró con Christensen, tan imperial en el corte como soberbio en la conducción como iniciador del ataque. Fue el danés un coloso al que solamente una vez superó Roger Marti, en una jugada que acabó en gol gaditano... anulado por fuera de juego.

Para entonces, 20 minutos, Ferran Torres ya había reencontrado su mejor versión, atacante por la derecha, y Sergi Roberto, el capitán invisible que espera cita para firmar su renovación por otra temporada, demostró aquello por lo que tantas veces le ha defendido el entrenador: pocos jugadores entienden como él el juego de posición del Barça.

Con insistencia pero sin urgencia el equipo azulgrana fue arrinconando al Cádiz hasta que, sospechándose el 0-0 al descanso, Ferran se inventó una jugada de fantasía por la banda, Isaac Carcelén salvó bajo palos el remate de Lewandowski... Pero la llegada desde atrás de Sergi Roberto, atento al seguir la jugada y mortal al rechace, le dio el gol del alivio al Barça.

Sin tiempo de rehacerse al gol del capitán, el equipo gaditano encajò el segundo, otra vez con la visión de Sergi Roberto y el remate cruzado, estupendo, de Lewandowski. Si soñó el Cádiz con un tercer año arruinando al Barça en el Camp Nou, en apenas dos minutos se le acabó la esperanza.

Se le acabó porque la segunda parte estuvo, casi, de más. No forzó la máquina el Barça y no supo plantear problemas el Cádiz más allá de un gol anulado por falta previa a Ter Stegen.

El Barça disfruta de la Liga... Expectante a ver qué le deparará su viaje, a cara o cruz, a Manchester.