El Barcelona Atlético de Rafa Márquez, viajará a Madrid con ventaja, tras imponerse en el partido de ida de la primera eliminatoria al Real Madrid Castilla por 4-2, en un Clásico con más nervios y cautela que juego, no exento de polémica y del que se convirtió en protagonista estelar Luismi Cruz, autor de los dos últimos goles azulgranas, tan magníficos como calcados en un espacio de cuatro minutos.
El Barça remontó en la primera mitad el inicial 0-1 de Nico Paz al cuarto de hora, respondiendo un cabezazo de Chadi Riad (un central muy a tener en cuenta) y un remate raso de Roberto rozándose el descanso, aprovechando la asistencia de Luismi, que robó un balón imposible.
El filial merengue de Raúl González volvió a empatar, mediada a segunda mitad, por medio de un penalti, muy protestado y transformado por Dotor, provocando un bajón anímico en el equipo azulgrana... Del que le despertó en un abrir y cerrar de ojos Luismi, con dos goles casi seguidos, separados por cuatro minutos (76 y 80) y calcados, ambos con una rosca sensacional desde la diagonal izquierda que sorprendieron a Luis López, el meta madridista y que apenas pudo seguir el balón con la mirada.
Más respeto que atrevimiento, más cautela que riesgos, el primer asalto de este Clásico de filiales premió al Barça quizá con más ventaja de la que mereció por lo visto en el campo, un partido muy equilibrado, con mayor control futbolístico del Madrid y mayor intensidad del conjunto azulgrana, que suplió la superioridad rival en el centro del campo con constantes ayudas y presión en la salida de balón.
El domingo 11, en el Alfredo Di Stéfano, el Madrid deberá remontar dos goles para pasar a la final. Si el equipo merengue ganase por dos goles de diferencia hasta el minuto 120 sería el clasificado por haber quedado en mejor posición en la Liga.
De momento la ventaja, e ilusión, se dibuja en azulgrana. El Barça Atlético de Rafa Márquez dio el primer golpe.