MADRID -- El Real Madrid de los últimos cuatro años es el Real Madrid de Thibaut Courtois. No hay debate. Se puede decir que la irrupción de Vinicius Junior ha sido un soplo de aire fresco espectacular, que el paso adelante de Benzema ha sido clave, que la regularidad de Casemiro antes de irse a Inglaterra era una seguridad plena o que Militao está en el debate de ser el mejor central del mundo. Sí, puede que en eso todos tengamos razón, pero que el mejor en su puesto durante más años, más partidos y más tiempo es Courtois, también. Por eso es el líder de este equipo y lo seguirá siendo muchos años.
El Madrid no pasó del empate contra un Athletic Club de Bilbao bien organizado y que, pese a no depender de ellos mismos, plantó cara en el Bernabéu. Los de Valverde son un placer a la hora de ver sobre un campo porque sacan el mayor partido posible a sus armas. Además, combinan a la perfección las transiciones en ataque con un trato a la pelota que siempre viene bien.
Sin embargo, los blancos confirmaron en el empate a 1 gol que este año lo mejor era terminar cuanto antes el campeonato. Daba la sensación de que varios jugadores estaban más pendientes de las vacaciones que del propio partido, mientras otros pensaban más en el adiós que en el encuentro. Y eso, en LaLiga es algo que no se perdona.
Los vascos tuvieron varias opciones claras para mejorar su resultado pero, de nuevo, la figura de 1.99 metros de altura llamada Courtois hizo lo que mejor sabe hacer: cortarle las alas a los delanteros rivales con cosas de las que sólo él es capaz. Ya no sólo la parada del penalti a Vesga, sino que, minutos después, se estiró en un centro desde la derecha de Williams que palmeó hacia el exterior de su área para evitar que dos jugadores rojiblancos terminaran en gol una contra de ataque en la que estaban solos.
Courtois es un líder nato. Quienes lo conoces hablan de él maravillas a todos los niveles: “parece frío, pero es un tipo que nos enchufa”, comentaba anoche un compañero de vestuario a ESPN. Otro, añadía más halagos al internacional belga: “Es una seguridad que sólo nos da él. Cuando ves que los rivales llegan al área contraria sabes que tienen que hacer el triple porque cubre más de la mitad de la portería y es mucho más ágil de lo que parece”.
Este redactor todavía recuerda conversaciones con gente de la directiva blanca que todavía siguen en el club cuando el Real Madrid no sabía si decantarse por Kepa o por Courtois. Corría el año 2018 y el Madrid ya lo había tanteado anteriormente. Sin embargo, un debate que no tenía demasiado fundamento amenazó con paralizar la operación: dos de los pesos pesados madridistas abogaban por actual portero del Chelsea, mientras que Florentino Pérez impuso su criterio porque interpretó que la experiencia internacional de Courtois a su edad y las cualidades generales que tenían eran mejores.
Además, el compromiso de Courtois con la causa blanca no tenía parangón llegando, incluso, a preferir ganar menos dinero del que le ofrecía el Chelsea para aterrizar en el Santiago Bernabéu. Y ojo, porque a esas dudas iniciales se sumó la alternancia en la portería con Keylor Navas, algo que nadie entendió nunca por parte de Zinedine Zidane. Al francés, incluso le costaba admitir que el belga estaba bien cuando empezó a salvar al equipo con sus paradas.
Por eso Courtois es el líder de este Madrid. Supo aguantar en silencio cuando las cosas no iban bien y sabe gestionar el éxito propio cuando todo empezó a normalizarse. Porque su estado natural es el que llevamos viendo en los últimos años y todos lo saben. Además, en un equipo tan joven, siempre da la cara en los momentos más complicados para predicar con el ejemplo del ganador.
Este Madrid, hasta que alguien diga lo contrario, es Thibaut Courtois y diez más.