BARCELONA -- El Barcelona ganó el viernes en Jaén (2-5) el tercer partido del play-off final por el título de la Liga española de Futbol Sala y conquistó el título, cerrando de esta manera una temporada histórica en el club: Los equipos de todas sus secciones profesionales (seis) se han proclamado campeones de Liga, un récord nunca visto en el club. Ni en ningún otro de todo el mundo.
En un momento especialmente delicado, cuando se anuncia un fuerte descenso presupuestario en las secciones y futbol formativo, que se rebajará hasta poco más de 85 millones de euros en un recorte cercano al 25 por ciento, el club azulgrana ha llevado hasta el éxtasis su condición de club polideportivo por antonomasia. Hay Barça más allá del futbol y los socios y aficionados culés han celebrado un hito nunca visto.
Habría que remontarse a 1999 para encontrar un pleno de títulos en las secciones profesionales del club, pero entonces, cuando se conmemoró con aquel éxito el centenario, no formaban parte del grupo el futbol femenino ni el futbol sala, cuya inclusión se produjo a posteriori y cuyo crecimiento deportivo ha sido exponencial.
SONRISAS Y REPROCHES
Faltó, sí, ampliar el éxito a Europa pero, tal y como se proclama desde el propio club, "el verdadero éxito es competir con opciones, verdaderas, de ganar. Y eso se ha vuelto a hacer". Es cierto, totalmente. Solo el fútbol femenino reinó en Europa mientras en baloncesto (Real Madrid), balonmano (Magdeburgo) y hockey patines (Porto) se cayó en la semifinal ante el posterior campeón y en futbol sala un gol de diferencia con el Anderlecht le apartó de la Final Four que acabaría conquistando el Palma Futsal.
Del futbol masculino, del equipo de Xavi, es bien conocido su naufragio europeo, aunque ello, a todos los niveles, no evita que el Barça sea el club con mayor dimensión internacional en cuanto a trofeos, sumando en sus vitrinas hasta 46 Copas de Europa entre sus seis secciones profesionales.
Las sonrisas no evitan, sin embargo, un cierto halo de decepción entre el aficionado al conocer la que se avecina. Este anunciado recorte drástico del presupuesto en las secciones se argumenta, lógicamente, en la necesidad de rebajar la masa salarial y dar aire al motor principal del club: la primera plantilla del futbol profesional.
Provocará que en baloncesto, sección deficitaria donde las haya a pesar de su prestigio, se rebaje hasta los 36 millones de euros y motive la salida entre reproches de Nikola Mirotic (cuyo salario anual le ha costado al Barça cerca de 12 millones por temporada). Y no será la única: Higgins, Sanli y Kuric también abandonarán el equipo, al que seguirá probablemente entrenando un Sarunas Jasikevicius, quien aceptará una rebaja drástica de su salario, hasta poco más de 1.5 millones de euros.
Gonzalo Pérez de Vargas, canterano y considerado entre los mejores porteros del mundo de balonmano, no tiene asegurada su continuidad en el equipo, del que ya se despidió Ludovic Fabregas y podría hacerlo Luka Cindric, de la misma forma que no se descarta alguna salida dolorosa tanto en hockey como en futbol sala.
También se explica por esos recortes la marcha de jugadores del Barça Atlètic como Víctor Barberà o Ilias Akhomach, tal como las negociaciones a la baja, con muchos frenos, de varios futbolistas del equipo juvenil para poder hacer frente a la continuidad de Lamine Yamal o atacar sin temor la renovación de Alejandro Balde.
ORGULLO
Se abre de esta manera un evidente interrogante al referirse al futuro inmediato. Campeón ininterrumpido de Liga en las trece últimas temporadas, el equipo de balonmano enfrentará una nueva temporada sin ese papel de favorito único, tal como en el hockey sobre patines (campeón en doce de los últimos quince cursos) o futbol sala (vencedor en cuatro de los cinco útimos años, los tres últimos seguidos).
Se sospecha, con razón, una rebaja competitiva en el equipo de baloncesto y que dejará al Real Madrid como máximo favorito y se confía en mantener el pulso y hegemonía en el futbol femenino (única sección no deficitaria) para, con todo ello, facilitar el músculo financiero necesario que necesita el club para potenciar a la plantilla de Xavi Hernández.
Pero ni todos los nubarrones que se avecinan, ni el hecho que la construcción del nuevo Palacio de Deportes del club haya desaparecido tan sospechosa como escandalosamente del presupuesto del Espai Barça, evita el orgullo que se siente alrededor del club por mantener su nombre entre los grandes de cualquier deporte profesional en todo el mundo.
Y de haber logrado, este año, redondear la temporada perfecta a nivel nacional: Seis Ligas... y seis títulos. Lo nunca visto.