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Xavi Hernández: promesa, auge y caída del hijo pródigo del Barça

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Las razones porque Barça despide a Xavi (1:43)

Joan Laporta cesó al DT y se espera que Hansi Flick sea su sucesor. (1:43)

El fichaje de Xavi en noviembre de 2021 llevaba implícita una esperanza: el regreso a la senda que propició la época más exitosa en la historia del club


La marcha del técnico Xavi Hernández este verano pondrá fin a una etapa de dos temporadas y media en las que el Barcelona pasó de las promesas iniciales, al auge por la conquista de la Supercopa de España y la Liga el curso pasado, y a la caída en una campaña irregular que terminará en blanco.

El fichaje de Xavi en noviembre de 2021 llevaba implícita una esperanza: el regreso a la senda que propició la época más exitosa en la historia del club. La misma que el ahora entrenador de Terrassa comandó durante 17 temporadas desde el centro del campo bajo las órdenes de Frank Rijkaard, Pep Guardiola y Luis Enrique.

"Somos el mejor club del mundo y trabajaremos con exigencia para ganar los títulos. El Barça no se puede permitir ni empatar ni perder, hay que ganar todos los partidos", aseguró el técnico, que solo había dirigido previamente al Al-Sadd catarí, en su presentación en el Camp Nou ante casi 10,000 espectadores.

Xavi, que en su día estableció el récord de partidos disputados (767) y títulos conquistados (25) con el Barcelona antes de ser superado por Leo Messi en ambos apartados, prometió recuperar las esencias del fútbol azulgrana, el juego ofensivo y desacomplejado, pese aterrizar en un club muy distinto al que él abandonó en 2015 tras levantar la última Liga de Campeones de la entidad.

Temporada 2021-2022: la promesa Cuando el técnico egarense sucedió en el banquillo a Ronald Koeman, tres meses después de la traumática salida de Messi rumbo al PSG, el Barça era noveno en la Liga, a doce puntos del liderato tras trece jornadas, y tenía un pie fuera de la 'Champions'.

Aunque no pudo evitar la eliminación en la fase de grupos de la máxima competición europea, la primera desde el curso 2000-2001, el Barcelona mejoró en la segunda mitad de la temporada, reforzado en el mercado de invierno pese al escaso margen económico.

El Barça perdió la final de la Supercopa de España tras plantar cara al Real Madrid (2-3) y en el campeonato enlazó diez partidos sin perder entre enero y abril, incluyendo una goleada frente al eterno rival (0-4).

Aunque se hundió en el tramo final del curso, eliminado en los octavos de final de la Copa del Rey contra el Athletic (3-2) y en los cuartos de final de la Liga Europa frente al Eintracht (1-2, 2-3), el proyecto crecía a caballo entre los veteranos como Sergio Busquets y Jordi Alba, y la nueva hornada de jóvenes como Ronald Araujo, Pedro González 'Pedri' y Pablo Páez Gavira 'Gavi'.

Temporada 2022-2023: el auge

El club hizo un esfuerzo ese verano para apuntalar la plantilla con fichajes contrastados como Robert Lewandowski, Jules Kounde, Raphinha o Andreas Christensen. Y pese a tropezar nuevamente a las primeras de cambio en Europa, eliminado en la fase de grupos de la Liga de Campeones y apeado en la Liga Europa por el Manchester United (2-2 y 2-1), el Barça demostró una fiabilidad inédita en la segunda mitad del curso.

El punto de inflexión se produjo en la Supercopa de España, en enero, cuando los azulgranas derrotaron en la final al Real Madrid (1-3) en lo que parecía un cambio de guardia en el fútbol español. En la Liga, el Barcelona lideró la tabla de forma ininterrumpida desde la jornada 13 para proclamarse campeón, gracias a la solidez defensiva y la eficiencia en el remate.

Pese a la eliminación en las semifinales de la Copa del Rey frente al Real Madrid (0-1 y 0-4), el único borrón en el tramo final del curso, todo apuntaba a que el Barça estaba listo para dar un paso más a la temporada siguiente en los referente al juego, aunque la economía limitaba la planificación deportiva.

Temporada 2023-2024: la caída El proyecto seguía adelante: Xavi renovó en septiembre por una temporada más, hasta junio de 2025. Pero pronto quedó claro que el Barcelona había perdido las virtudes que pocos meses antes le habían llevado al título. Concedía más goles, presionaba peor, eran incapaz de dominar los partidos y fallaba más en ataque.

Pese a superar la fase de grupos de la Liga de Campeones, el cuadro catalán se descolgó pronto de la lucha por la Liga y acabó la primera vuelta a siete puntos del liderato. La Supercopa de España volvió a ser un punto de inflexión, pero esta vez negativo, al ser goleados en la final frente al Real Madrid (4-1).

Tras caer eliminado en los cuartos de final de la Copa del Rey por el Athletic (4-2) y perder en casa contra el Villareal en la Liga (3-5), Xavi, que fue perdiendo credibilidad a ojos del aficionado por la falta de autocrítica ante el mal juego del equipo, anunció el 27 de enero su intención de abandonar el cargo a final de temporada.

En las semanas posteriores, el Barça alcanzó su mejor estado de forma del curso, encadenó doce partidos invicto y se situó a un paso de las semifinales de la Champions tras ganar en París (2-3).

Sin embargo, todo se torció en apenas cinco días, con la eliminación frente al PSG (1-4) el 16 de abril y la derrota ante el Real Madrid el día 21 (3-2), que dejó sentenciada la Liga.

Contra todo pronóstico, el 24 de abril, una reunión imprevista en el domicilio particular de Laporta entre la cúpula directiva del FC Barcelona y Xavi terminó con la decisión de ratificar la continuidad del técnico hasta junio de 2025, escenificada al día siguiente de forma oficial.

Sin embargo, el irregular juego del equipo y el discurso del técnico respecto a la plantilla y a la situación económica de la entidad han provocado el cambio de opinión de la directiva. Termina así la etapa de Xavi, que no pudo igualar en el banquillo sus éxitos sobre el campo, pero dejará como legado los dos títulos y la confianza depositada en jóvenes como Lamine Yamal y Pau Cubarsí, los cimientos del futuro Barça.