El posible fichaje de Nico Williams fue un acto de fe, un sueño que duró poco y que se estrelló con la realidad del Barcelona en la que sufre para registrar a futbolistas y que no le alcanza para contrataciones ‘bomba’
El barcelonismo volvió a caer en el juego de los fichajes frustrados y de los sueños imposibles.
Alimentado por erróneas versiones periodísticas de medios afines al Barça y a las propias declaraciones del presidente del club, Joan Laporta, se aseguró que era prácticamente un hecho la llegada de Nico Williams al conjunto azulgrana.
El pasado 8 de julio, Laporta lanzó una de sus características promesas grandilocuentes al afirmar que el futbolista que brilló en la Eurocopa con España estaba al alcance del FC Barcelona.
“Claro, evidentemente que me gusta y hoy por hoy sí podemos aspirar a un fichaje de este nivel.
"En poco tiempo tendremos muy buenas noticias. Los futbolistas vuelven a estar ilusionados con venir al Barça y eso demuestra cómo estamos trabajando.
"Estamos recuperando la economía del club y en pocos días tendremos buenas noticias", dijo el directivo.
Ha pasado mes y medio desde aquel acto de fe protagonizado por el presidente culé y las “buenas noticias” no han llegado, y muy probablemente no llegarán.
Todo lo contrario, Ilkay Gündogan ya está fuera y con la Jornada 2 encima es un misterio si Dani Olmo, hasta ahora el único fichaje estelar, podrá ser registrado para que el técnico Hansi Flick cuente con él en el partido del sábado frente al Athletic Club.
El mercado de pases en LaLiga cierra el próximo 31 de agosto y no se ve por dónde el Barça podría liquidar los 58 millones de euros de la cláusula de rescisión de Nico Williams, ni mucho menos después encontrar el espacio para lograr registrarlo.
Está claro que los jugadores quieren certezas y no van a arriesgar su futuro sólo por la ilusión de vestirse de azulgrana.
Si ya le pasó a Leo Messi, que tenía la promesa de renovación y acabaron echándolo por la puerta de atrás ante la imposibilidad de registrarlo, ¿qué puede esperar cualquier mortal? De promesas no se vive y contrario a lo que afirmó Laporta, los futbolistas cotizados ya no ven al Barça como un destino seguro.
Las ilusiones duran hasta que se topan con la realidad, y por supuesto que pensar en que la dupla Lamine Yamal-Nico Williams que encantó en la Euro y que tan buenos frutos le rindió a España, se juntara en el Barça, era un atractivo manjar.
Sin embargo, todo quedó en un fichaje frustrado más, en el sueño que no fue.