Un flojo Real Madrid dependió este sábado de la suerte -su rival pegó tres pelotas en los palos- y de dos penales para destrabar un encuentro que tenía muy cuesta arriba en su visita a Real Sociedad por la quinta fecha de LaLiga 2024/2025.
Vinicius, la figura del encuentro junto a Luka Modric, abrió el marcador a los 58 minutos desde los 12 pasos, luego de una pena máxima que se generó a partir de una jugada fortuita: en un disparo desde fuera del área que no conllevaba mayor peligro, Sergio Gómez levantó las manos en un acto reflejo y la pelota pegó en una de ellas.
A los 73 llegó la polémica, porque el árbitro fue llamado por el VAR tras una jugada en la que un defensor pisó involuntariamente dentro del área a Vinicius pero con el detalle de que lo hizo cuando el brasileño no sólo ya no tenía la pelota sino que la había pasado hacia atrás.
El juez fue hasta el monitor del VAR, vio varias veces la jugada y terminó sancionando el penal. Ajeno a la polémica, Mbappé ejecutó con eficacia y selló el triunfo.
Antes de todo esto, el equipo que mejor había jugado había sido Real Sociedad porque, no obstante la mayor posesión del Merengue, el local había generado las situaciones más peligrosas.
A los 24, Real Sociedad armó un contraataque y la pelota le quedó sobre el medio, varios metros afuera del área, al croata Luka Sucic, que sacó una bomba que no fue gol solamente porque se interpuso el palo derecho, ya que Thibaut Courtois se había quedado parado. Ese arco todavía está temblando de lo fuerte que fue el disparo.
La pasó realmente mal Real Madrid en el primer tiempo: sobre los 36 minutos, los palos volvieron a salvarlo. Esta vez fue el surinamés Sheraldo Becker, que aprovechó un error en la salida del equipo de la capital para quedar solo en el medio del área y definir fuerte y arriba. La pelota se estrelló en el travesaño.
La Casa Blanca se había salvado dos veces y lo más lógico era que, tras la charla técnica en el entretiempo, comenzara a tomar mayores recaudos defensivos. Sin embargo, antes del minuto de la segunda parte, Sucic quedó mano a mano con Courtois, sobre la derecha del área. Abrió el pie izquierdo y definió bárbaro, pero otra vez los palos le ahogaron el festejo al local. En este caso, el poste derecho.
No por mucho decirlo deja de ser cierto: los goles que no se marcan en un arco, se sufren en el propio. Y así lo comprobó Real Sociedad cuando llegaron los penales y la derrota.