<
>

Barcelona toma la punta de LaLiga gracias al penal de Lewandowski

play
Barcelona le ganó al Rayo Vallecano y es el nuevo líder de LaLiga (4:56)

Con un gol de Robert Lewandowski, el Barcelona le ganó 1-0 al Rayo Vallecano y le quita al Real Madrid la punta de LaLiga. (4:56)

Un penalti, validado por el VAR y transformado por Lewandowski, devolvió el liderato a un Barça que sufrió, y no poco, para vencer a un Rayo quejoso con el arbitraje.


El Barcelona recuperó el liderato al cabo de dos meses. Lo hizo imponiéndose a un osado, valiente y desacomplejado Rayo Vallecano en Montjuïc en un partido no exento de polémica. Se sintió perjudicado el equipo madrileño y se aprovechó de las circunstancias el azulgrana. Al final, 1-0 y LaLiga, con el equipo de Flick al frente, más igualada de los últimos años.

Animado por el doble tropiezo del Real Madrid y Atlético Madrid, el Barça acudió al partido convencido de dar el paso al frente... pero sin caer en la cuenta de que enfrente se encontraría con un rival de indiscutible valor. No resulta exagerado insinuar que este Rayo, cuyo valor de plantilla no debe alcanzar ni el 20 por ciento que tienen a sus órdenes Ancelotti y Simeone, tiene una apuesta futbolística de primer nivel, capaz de plantar cara a cualquiera y que le resultó un rival terriblemente incómodo al Barça.

Tanto que no pudo avanzarse el equipo azulgrana hasta que rozándose la media hora un agarrón de Pathé Ciss a Iñigo Martínez fue revisado por el VAR para señalarse penalti, transformado por Robert Lewandowski y que empezó a disgustar al conjunto madrileño, quejoso ya por un agarrón anterior de Hector Fort a Abdul Mumin que no fue ni señalado ni revisado…

Claro que más quejoso se mostró el Rayo cuando el árbitro Melero López le anuló un gol a Jorge de Frutos por fuera de juego de Randy Nteka, que posicionado en el centro del área pareció bloquear a Íñigo Martínez, protagonista por partida doble y que np se sabe si fue a por el delantero viendo que no llegaba al balón o realmente fue impedido de llegar por el delantero rayista.

Jugadas de revisión, de queja o normales, dependiendo el color con que se miren, pero que lejos despertar al Barça y provocar que se impusiera en el césped, le dejó enfocado en un partido de ida y vuelta, en el que su dominio no fue, para nada, el esperado.

De hecho, en la segunda mitad se vio tan cerca el 2-0 como el 1-1, con un Rayo que mantuvo su apuesta innegociable, jugando al toque y al vértigo ante un Barça que no supo, o no pudo, resolver el triunfo y que acabó pidiendo la hora, desesperado ante los achuchones de un Rayo que se fue de vacío, con tanta decepción como orgullo.