BARCELONA -- Leo Messi prepara su reencuentro con el Sevilla, su víctima preferida, para despedir la temporada con el Barça por todo lo alto. El equipo andaluz, ganador de la Europa League el miércoles, es la víctima predilecta de La Pulga.
El delantero argentino, que ha marcado ocho goles en sus cinco últimos partidos al Sevilla, suma un total de 25 dianas en 25 encuentros ante el equipo que dirige Unai Emery, frentre al que no ha perdido en sus 11 duelos más recientes.
El entrenador vasco desveló en marzo que se había llegado a plantear la posibilidad de cambiar la defensa ante el lanzamiento de faltas de Messi, colocando varios jugadores por detrás del portero, bajo palos, ante la refinada técnica del argentino, cuyos últimos tres goles frente al Sevilla han llegado, precisamente, en libres directos.
Pero las preocupaciones de Emery no son pocas en las horas previas a esta final. "El Barcelona es Messi, pero también es mucho trabajo" proclamó el técnico del Sevilla hace dos meses, la primera vez que se refirió a la final de este domingo, adelantando ya entonces que prepararía de manera especial este encuentro en el Calderón.
Messi se despedirá de la temporada otra vez en el estadio del Atlético de Madrid, tal como hizo el 25 de mayo de 2012 para decir adiós a la etapa de Guardiola liderando al Barcelona que ganó (3-0) la Copa frente al Athletic, en un partido en el que fue asistente y goleador.
Autor de cinco goles en cuatro partidos de Copa disputados este curso, Leo ha anotado cuatro dianas en los últimos encuentros oficiales, en los que se ha dedicado a asistir para que Luis Suárez, autor de 14 goles, disparara al Barcelona hacia la conquista del título de Liga.
Al delantero uruguayo, sin embargo, no se le da tan bien el Sevilla como a Messi. Si el argentino mantiene una media descomunal de un gol por partido después de 25 enfrentamientos, Suárez solo le ha marcado uno en cinco enfrentamientos, mientras que Neymar, en también cinco enfrentamientos, suma tres dianas.