BARCELONA -- El FC Barcelona no quiere a Arda Turan, pero mantiene un discurso políticamente correcto para evitar que la depreciación evidente del futbolista turco sea más considerable.
El fichaje de André Gomes fue la puntilla para entender que Luis Enrique ha sentenciado a Arda, por más que ante los medios lo defendiera con gran entusiasmo y asegurara su permanencia en la plantilla.
La realidad, sin embargo, es que la directiva del Barça, con conocimiento (aunque no acuerdo) del entrenador asturiano, ha comenzado a ofrecer al jugador por quien en el verano de 2015 pagó al Atlético de Madrid 34 millones de euros, con la intención de traspasarlo o, por lo menos, cederle en las condiciones más ventajosas.
El Inter de Milán fue uno de los primeros clubs a los que llegó el ofrecimiento azulgrana. Pero el propio agente de Arda abortó cualquier opción al dejar claro que el futbolista quería permanecer en el Camp Nou... Y que en caso de marcharse solamente se iría a un equipo que tomara parte en la Champions League.
En este sentido, el Barcelona intentó negociar su traspaso al futbol chino, consciente de que solamente desde su pujante Liga podría recibir una oferta de compra que evitara un traspaso con pérdidas, pero igualmente el jugador, obviando que pudiera tener un salario mejor que en el Camp Nou, dejó clara su negativa.
Arda le cuesta al Barcelona más de siete millones de euros por temporada contando los cuatro que ingresa como sueldo neto y las primas por títulos pactadas en su contrato y el club pretende aligerar la carga salarial que soporta, considerando que la superpoblación de futbolistas en el centro del campo invita a sospechar que su presencia en los planes de Luis Enrique sea cada vez más testimonial.
Desde los despachos se evita en la medida de lo posible reconocer que su fichaje, cerrado hace una temporada, haya sido un fiasco y se traslada la opinión que, como publicitó Luis Enrique, su segunda campaña será mucho mejor que la primera... Pero de puertas adentro aumenta la sensación de que recibió un auténtico gol por parte del Atlético de Madrid.
Si en el caso de Aleix Vidal aún se considera posible que Luis Enrique recuperé su mejor versión porque no se ha cerrado el fichaje de ningún lateral derecho (y se duda que vaya a hacerse), con Arda todas las sensaciones son negativas e invitan a acelerar su salida.
Porque se le presenta, de momento aún en silencio, como uno de los peores fichajes de los últimos tiempos en el Camp Nou.