BARCELONA -- Leo Messi no es un nombre al uso en el universo del FC Barcelona y, por ello, cada vez que desde el club se cita por cualquier causa al crack argentino la noticia está en el plano. No digamos ya si es a causa de su renovación… Y eso es lo que ha provocado un incendio que ha sorprendido a la propia empresa.
Si el miércoles Òscar Grau provocó una explosión al hablar de “sentido común”, este viernes se vivió un segundo y casi más inverosímil capítulo protagonizado por Pere Gratacós, director de la Ciudad Deportiva, y que se atrevió en Madrid, cuando desde el club se pretendería rebajar cualquier tensión, a declarar que Messi es tan bueno… Porque está rodeado de buenos jugadores.
“Yo no hablo de su renovación”, se disculpó Gratacós, representante azulgrana en el sorteo de Copa… Y que se metió en un auténtico lío al hablar del ascendente de Leo: “Messi no sería tan bueno sin Iniesta, Neymar y compañía. Es el mejor, eso sí”, afirmó el dirigente, sin, probablemente, atender al revuelo que levantarían sus palabras y que se convirtieron, de sopetón, en la principal noticia alrededor del Barça.
Ocurrió dos días después de que el sentido común colocase a Òscar Grau en el escenario, contra su voluntad, y le dejase señalado ante el vestuario y el entorno del barcelonismo.
Òscar Grau, histórico jugador de balonmano de la entidad azulgrana y reputado ejecutivo tras acabar su carrera deportiva, fue nombrado director general del Barcelona en septiembre.
En un cargo de gran calado e importancia, quiso desde el primer día alejarse de la escena mediática, avisando que no era su intención conceder entrevistas ni aparecer en los medios… Y a la primera que lo hizo se armó la ‘marimorena’.
El miércoles se le preguntó por la renovación de Messi y por más que mantuvo la serenidad y dio a entender que la continuidad del crack está fuera de toda duda, una sola frase provocó el terremoto.
“Es un tema que debe analizarse con la cabeza fría y sentido común” explicó Grau. Y todo lo demás ya dio absolutamente igual. El que afirmarse que el deseo del club “es que el mejor jugador del mundo y de la historia se quede en Can Barça” no tuvo, ni por asomo, el mismo eco que el aviso anterior. La polémica estaba, y se mantiene, servida.
“A Leo hay que renovarle, no tener sentido común” le respondió desde la sala de prensa Luis Suárez, quien verbalizó no solo la opinión del vestuario sino, se diría, de un barcelonismo en pleno que ni quiere plantearse ninguna dificultad en la continuidad de la Pulga.
Mientras en los despachos ha sorprendido el tono de repulsa que han merecido las palabras de Grau y el propio Director General se ha sentido incomprendido por un capítulo que, entiende, no merecía tales reacciones, en la plantilla se han recibido con mucha incomodidad sus declaraciones, tanto como su ‘aviso’ respecto a las quejas de Piqué, en que pidió que no se critique a los árbitros en una clara dirección opuesta a la del jugador.
“No se debe malinterpretar lo que dijo pero menos aún hacerlo con mala intención” explicó este viernes a ESPN una fuente del Barcelona, quien dio a entender que Òscar Grau, simplemente, expresó en voz alta una postura lógica porque no hizo más que trasladar la intención del club con respecto a la continuidad de Messi.
El estreno ‘mediático’ del Director General no pudo ser menos feliz. Hace dos años un vicepresidente, Javier Faus, se atrevió a poner en duda la necesidad de mejorar el contrato de Leo y la reacción del astro argentino no pudo ser más furibunda.
Aquello acabó con Faus fuera del club y un discurso único desde la entidad. “A Messi no se le toca y menos se le pone en duda”, vino a decirse tras un escándalo del que, quizá, alguien debió avisar a Grau.
La ingenuidad de sus palabras le han supuesto un borrón público del que el Director General deberá aprender… Aunque a la vista de lo que viene repitiéndose parecería que ese “sentido común” se ha convertido en invisible alrededor del Camp Nou, donde cada declaración invita a un nuevo incendio, como sucedió con Gratacós este viernes.