MADRID -- Cristiano Ronaldo llega al clásico frente al Barcelona en su mejor momento después de hilar cuatro partidos marcando por primera vez en la temporada. El delantero del Real Madrid ha despertado justo a tiempo de una preocupante sequía goleadora en Liga para buscar, ante el rival que más le motiva, cerrar 2017 con una marca más.
Con 17 tantos registrados frente al Barcelona con la camiseta del Real Madrid, el portugués está a un gol de igualar la marca de Alfredo Di Stéfano como máximo goleador merengue en los clásicos. Y aunque es cierto que se encuentra lejos de los 24 que ha marcado Lionel Messi, pero no deja de ser un paso histórico para el Real Madrid.
Cristiano Ronaldo tuvo que esperar año y medio (y tres derrotas) desde su llegada a Madrid en 2009 para estrenarse como goleador en el partido grande. Marcó su primer gol frente a Barcelona en abril de 2011; un tanto que significó el empate 1-1 en el clásico de vuelta en Liga. El punto no ayudó gran cosa al Real Madrid, pues la Liga estaba decidida desde la ida con aquella fatídica goleada culé por 5-0 en el Camp Nou,
pero dio suficiente confianza al equipo y al portugués, que cuatro días más tarde marcaba su segundo tanto en un clásico.
De un cabezazo, a pase de Di María, y bien entrados en tiempo extra, Cristiano puso el 0-1 definitivo en la final de la Copa del Rey de aquella temporada. Ha sido, hasta la fecha, el único tanto de Cristiano en un clásico que ha decido un título.
De sus 17 goles ante Barcelona, cinco han sido en Copa, cuatro en Supercopa de España, y seis en la Liga. Curiosamente no ha logrado batir la portería culé en ninguno de sus enfrentamientos en Champions League – incluidos los que disputó con la camiseta del Manchester United, aunque se dio el gusto de eliminarlos en la semifinal de la campaña 2008-09, la última que disputó con los Red Devils.
Su último gol frente al Barcelona, en agosto pasado, dejó secuelas poco agradables para el Real Madrid pese a haber conquistado el título.
Cristiano, que llegó tarde a la temporada tras la Copa Confederaciones, entró en la recta final de la ida de la Supercopa de España para romper un empate 1-1 a diez minutos del final. Pero antes de que Asensio pusiera el sello con el 1-3, Cristiano Ronaldo se había hecho expulsar tontamente por doble amarilla; la primera por levantarse la camiseta en el festejo y la segunda por intentar engañar al árbitro con un ‘clavado’.
Fue así como cristiano vio su primera roja en un clásico, misma que le costó cinco partidos de sanción por empujar al árbitro, y que indirectamente desencadenó una sequía que tuvo de cabeza a la capital española durante el primer tercio de la Liga.
Con un ojo en la portería y otro en el palco
El despertar de Cristiano ha coincidido con el del Real Madrid y no es casualidad; la sequía de uno, irremediablemente se extendió al equipo. Si Cristiano no ve puerta, la producción goleadora del Real Madrid se reduce en un 40%, la media de su contribución a la cuenta goleadora del cuadro merengue durante los últimos siete años. La misma que ha registrado desde aquel empate 0-0 ante el Athletic hace dos semanas; cinco de los once goles que el equipo ha marcado en los últimos cuatro partidos.
Justo a tiempo ha retomado el vuelo para reclamar, definitivamente, esa condición de hombre clave para el Real Madrid en el partido más importante del año. Real Madrid busca permanecer en la lucha por el título de Liga con una victoria; Cristiano, eso y más.
Con cada una de sus últimas conquistas, Cristiano ha enviado un mensaje nada velado a la directiva. Está abierto a la renovación, a “retirarse en el Real Madrid”, pero dice no tenerlo tan claro.
“No soy yo el que decide”, recordó tras la final del Mundial de Clubes. Cristiano ha dejado todo en manos de la directiva, que según ha trascendido en la capital española, no ha querido ceder a sus demandas económicas.
Cristiano Ronaldo, que renovó hasta 2021 hace un año, es el jugador mejor pagado del plantel con un sueldo que superaría los 20 millones de euros, dependiendo de los títulos que coseche en cada campaña. Pero parece querer más.
“Ya se hablará de eso después de vacaciones”, dijo Zidane en la víspera del encuentro, no sin antes pedir “todo el respeto del club” para su jugador.