Con la imagen enérgica que sorprendió en los primeros dos meses de curso, el Barça eliminó de la Copa del Rey al Betis
El Barcelona ha recuperado el ánimo que le convirtió en el equipo de moda al comenzar la temporada. Al menos eso es lo que parece después de ver sus dos últimos partidos, en que arrasó al Real Madrid en la final de la Supercopa primero y ventiló al Betis en los octavos de final de la Copa del Rey después, en su retorno a Montjuïc y presentando, a través de otra goleada, candidatura al título.
El Barça aplastó al Betis en el campo y lo trasladó de manera inequivoca al marcador. Un 5-1 indiscutible pero que hasta puede decirse que se quedó cortó atendiendo a los dos goles anulados (ambos por el VAR) a Koundé y Lamine Yamal, el disparo a palo de Dani Olmo o las ocasiones malogradas por Gerard Martín, Raphinha, Ferran y Pau Víctor.
Derrotado consecutivamente por Las Palmas, Leganés y Atlético Madrid en sus tres últimos partidos jugados en Montjuïc, el club azulgrana comenzó el 2025 con los nervios a flor de piel en el campo y en los despachos. Necesitaba Flick no convertir el teóricamente cómodo estreno copero en Barbastro en el Barça pesadilla y solventó sin más problemas su clasificación.
Después vino Arabia, la polémica con las inscripciones de Dani Olmo y Pau Víctor, logradas cautelarmente gracias al CSD tras ser tumbados sendos recursos del club en dos instancias judiciales, y tras la clasificación frente al Athletic, la fiesta ante el Real Madrid.
Alegre y decidido en el terreno de juego, el grupo de Hansi Flick le ha regalado tranquilidad a Joan Laporta y su directiva. Agobiado por la oposición, la Supercopa le regaló energía al presidente, que este miércoles disfrutó en el palco de una nueva exhibición.
SIN DISCUSIÓN
Gavi abrió el marcador (control en regate y disparo supersónico) antes de llegarse a los tres minutos, cerca de la media hora Koundé anotó el 2-0 y con ese resultado, extraño, se llegó al descanso, habiendo un remate al palo de Olmo, uno desviado con sabor a gol de Gerard Martín, otro de Raphinha y un gol anulado a última hora al propio Koundé.
Cierto es que también hubo un manotazo milagroso de Iñaki Peña a Vitor Roque... en la única jugada digna de mención, y peligro, de un Betis superado en todos los órdenes.
La segunda mitad fue más de lo mismo. Impotente el Betis ante la energía y presión azulgrana, la clasificación era un hecho pero faltaba consumarla a través de una goleada. De ello se encargaron Raphinha, Ferran y Lamine Yamal, con otro gol anulado al joven crack y dos excelentes ocasiones de Pau Victor que pudieron convertir la goleada en escandalosa...
Al final, evitó el cero el Betis gracias a un penalti forzado por Jesús Rodríguez y transformado por Vitor Roque, pero, para nada, evitó que la alegría se hiciera presente en un Barça que vuelve a sonreir y ya espera rival en los cuartos de final de una Copa en la que es claro, y merecido, candidato.Recuperando la imagen desenfadada y enérgica con que sorprendió en los primeros dos meses de curso, el Barça eliminó de la Copa al Betis con una comodidad pasmosa