BARCELONA -- Sergio Gómez, interior zurdo de 17 años que fue proclamado segundo mejor jugador del último Mundial juvenil que se disputó en India, dejará el Barça para incorporarse al Borussia Dortmund, que pagará los 3.7 millones de dólares (3 millones de euros) en que está valorada su cláusula de rescisión.
Algo está cambiando en el Barcelona, o eso se sostiene alrededor del club, donde se multiplica la presencia de representantes dispuestos a llevarse a los mejores chavales de una cantera que contempla un embudo en el segundo equipo, repleto de jugadores que no son de la academia azulgrana y cierran el paso a los propios futbolistas surgidos de los juveniles.
Pendiente de colocar a Deulofeu o Denis y después de adelgazar la nómina del primer equipo con las salidas de Arda Turan y Rafinha, en el Camp Nou se recibió el sábado como un golpe el anuncio del club alemán, alertado por el interés de otros grandes del continente como el Arsenal y que decidió avanzar sus planes con el jovencísimo futbolista.
No le costó demasiado convencerle. El Borussia le puso encima de la mesa un contrato que financieramente mejorará, en mucho, su salario en el Barça... Pero, lo principal, le asegura un puesto en la primera plantilla, a las órdenes de Peter Stogen, que ya cuenta con el inglés Jadon Sancho, al que se llevó en el verano de 2017 del Manchester City, y que podría perder de forma inmediata a Aubameyang.
La marcha del joven Sergio Gómez puede plantearse desde un punto de vista económico, sí, pero tiene un trasfondo deportivo evidente. El Barcelona no solo ha incorporado a los dos futbolistas más caros de su historia en su zona, sino que ha reforzado el Barcelona B, el filial, cerrándole el paso.
El catalán apenas ha tomado parte en dos partidos este año 2018 en el equipo que dirige Gerard López. Y desde que comenzó la temporada a la plantilla se han incorporado Lozano, Arnáiz, Cuenca, Concha, Vitinho y, el último, Ballou Tabla, procedente del Montreal Impact de la MLS y que han provocado una clara decepción en el fútbol base del Barça, desde donde no se observa ningún tipo de facilidad en ascender no ya al primer equipo, situación que se ha encarecido de manera evidente, sino en el segundo, repleto de jugadores de paso y difícil argumentario para llenar la plantilla.
Sergio Gómez seguirá los pasos de Jordi MBoula, delantero de 18 años y que se fue en el verano al Mónaco, o Lee Seung-woo, 20 y que también sin espacio en el filial se fue al Verona italiano. Ahora, perdido el considerado segundo mejor juvenil del último Mundial, en el Barcelona se apresuran a negociar la renovación de Oriol Busquets, mediocentro de 19 años que acaba contrato al terminar esta temporada y que, considerado un relevo excelente para Sergio Busquets, se replantea su futuro.