BARCELONA -- El Inter de Milán ya ha trasladado al Barcelona su intención de quedarse con Rafinha. Nada más. Ni se plantea pagar la opción acordada en enero de 35 millones de euros y está en disposición de negociar un traspaso mucho más económico, como ya adelantó ESPN, porque contractualmente no existe ninguna ‘obligatoriedad’ de fichar al mediocampista brasileño.
La tan cacareada opción obligatoria en caso de clasificarse el equipo italiano para disputar la Champions nunca llegó a plasmarse por escrito y el Inter únicamente aceptó negociar la permanencia de Rafinha en su plantilla si el futbolista se adaptaba deportivamente a sus planteamientos.
Eso ha sucedido (solamente ha dejado de jugar un partido desde que llegó al club) y ahora la intención es sentarse con el Barça a discutir un futuro en el que, incluso, el Inter podría plantear prolongar durante una temporada la cesión del jugador, hasta junio de 2019, haciéndose cargo de su sueldo.
Rafinha mantiene contrato con el Barcelona por otra campaña, hasta 2020, y el club italiano sí estaría conforme en, entonces, barajar su fichaje definitivo… En unas condiciones, obviamente, mucho más favorables.
El Barça, que ya empieza a trabajar esta semana en los descartes de la plantilla, no cuenta en sus planes con el retorno del jugador y empieza a sospechar que deberá rebajar sus pretensiones porque el Inter, sabedor de la situación azulgrana, juega con ventaja.
El mediocampista, de 25 años, ha expresado repetidamente su deseo de quedarse en el Inter y su padre, igualmente, ha comunicado al Barcelona la misma intención, dejando en manos de los ejecutivos de ambos clubs las discusiones que deberían solventarse en las próximas semanas.