Rafinha Alcántara, cedido por el Barcelona al Inter de Milán con una opción de compra valorada en 35 millones de euros, podría atar su futuro al club italiano aunque éste no conquistase finalmente una plaza en la Champions League, tal y como especifica el contrato firmado entre los dos clubs.
El Inter, cuarto en la Serie A y peleando por una plaza para disputar la próxima edición de la máxima competición continental, pretende renegociar con el Barça las condiciones pactadas en enero y concretar un nuevo escenario, por el cual se quedase con Rafinha pero por un precio menor al inicialmente acordado, desligando esa nueva entente del final de temporada.
El club azulgrana no cuenta con el futbolista de cara a la próxima temporada y aunque sería más proclive a mantener el acuerdo a la vista de las posibilidades interistas de acabar la Liga italiana entre los cuatro primeros clasificados, no cerraría la puerta a una nueva negociación, siempre que el Inter ofrezca una cantidad que no debería estar por debajo de los 30 millones de euros.
DOUGLAS, EN ESPERA
Otro de los cedidos que no entran en los planes de Valverde ni de la dirección deportiva del Barça es Douglas, lateral brasileño fichado en el verano de 2014 al Sao Paulo por 4 millones de euros y cuyo fiasco ha sido absoluto.
Incorporado de acuerdo a la opinión de Luis Enrique, Douglas apenas jugó 8 partidos en dos temporadas antes de ser cedido al Sporting de Gijón, donde la pasada campaña tuvo una continuidad que ha desaparecido absolutamente este curso en el Benfica, hasta el punto que el club portugués pretendió, sin suerte, devolverlo durante el mercado de invierno.
Douglas, quien tiene un año más de contrato con el Barça, volverá al Camp Nou al acabar la temporada sabedor de que el club azulgrana deberá buscarle una salida, ya sea en forma de una nueva cesión o, lo que pretende el Barcelona, con una rescisión que debería negociar, algo a lo que el jugador, de entrada, se muestra contrario.