Malcom Filipe Silva de Oliveira, delantero brasileño a quien el Barcelona fichó en agosto de 2018 al Burdeos por $46.5 millones de dólares, podría tener los días contados en el Camp Nou, tras conocerse que el Guangzhou Evergrande chino está en disposición de pagar $57 millones en este mercado de invierno.
La operación, dada a conocer por el medio brasileño Ora Bolas, tiene en André Cury, representante del Barcelona en América del Sur, al personaje principal, puesto que habría sido quien propuso al club que dirige Fabio Cannavaro la incorporación del jugador azulgrana, quien solamente ha disputado 9 partidos en esta primera parte de la temporada y no cuenta con excesiva confianza por parte de Ernesto Valverde.
El Guangzhou Evergrande, campeón de Liga en China durante siete temporadas consecutivas y que perdió el título en 2018 ante el Shanghai Dongya, pretende el fichaje de Malcom como sustituto de Alan, también brasileño y que negocia su salida del club con destino al Galatasaray de Turquía.
De confirmarse una oferta oficial, el Guangzhou se convertiría en el destino de dos futbolistas del Barça con apenas medio año de diferencia, puesto que en junio, al acabar la pasada temporada, incorporó a Paulinho, de vuelta, y por quien debe hacer efectivo ahora el pago pactado entonces de $57 millones de dólares.
Malcom, a quien el Barcelona arrebató en una operación relámpago a la Roma en agosto de 2018 acordando su fichaje con el Burdeos, apenas ha disputado 296 minutos, repartidos en 9 partidos oficiales, y disfrutó de su mejor y único momento de gloria en San Siro, marcando un excelente gol en la Champions frente al Inter de Milán.
Antes y después, sin embargo, su figura ha sido poco menos que invisible en los planes del entrenador y aunque expresó su deseo de ganarse un puesto en el equipo azulgrana, la opción del fútbol chino, animado por su compatriota Paulinho, podría desembocar en un traspaso que significaría una nueva y excelente operación financiera para el Barça.
Plusvalías...
Su traspaso, de confirmarse, significaría el segundo gran negocio del club azulgrana en los últimos meses, después de la venta de Yerry Mina al Everton. El defensa colombiano, fichado en enero de 2018 al Palmeiras por $13.4 millones de dólares, se marchó al Everton tras el Mundial de Rusia, traspasado por $34.2 millones y dejando un beneficio enorme a las arcas del Barça.
Con Malcom esa plusvalía superaría los $10 millones, por lo que con dos jugadores, cuyo impacto deportivo en el terreno de juego ha sido mínimo, el Barcelona podría obtener un beneficio económico superior a los $30 millones de dólares.